Los holdouts rechazaron anoche ante la Corte de Apelaciones de Nueva York , en forma rotunda, la oferta de la Argentina de entrar en el canje y ratificaron su intención de cobrar el 100% de la deuda que reclaman, por 1333 millones de dólares.
El escrito, presentado en forma conjunta por los abogados del fondo buitre NML , Aurelius y de los 13 bonistas minoristas que se sumaron a esta causa en la que tienen una sentencia favorable en segunda instancia, cuestiona en forma vehemente la propuesta argentina, al afirmar que sólo equivale al 15% del monto que reclaman.
En 25 páginas, se dedicaron a confrontar los argumentos del estudio Cleary, Gottlieb, Steen Hamilton, advirtiendo que el Gobierno tiene intenciones de eludir el cumplimiento de un fallo adverso por parte de la justicia de EE.UU.
"Con su última presentación, la Argentina continúa en su largo y consistente camino de defaultear sus obligaciones contacturales, desafiando las leyes de EE.UU. y mostrando desprecio a las cortes en cuya jurisdicción se inscribieron los bonos", indicaron los abogados de NML, Aurelius y los minoristas.
La conclusión a la que llegaron es que la Corte, que ahora tendrá que optar entre pedir más opiniones o fallar -posiblemente entre mayo y junio-, debería ratificar la orden de pagarles el 100% en un pago, tal como lo fijó el juez federal Thomas Griesa, a pedido de este tribunal.
Desde Washington, donde participa de la reunión del FMI y el Banco Mundial, con el ministro Hernán Lorenzino, el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, dijo que la posición de los holdouts es "otro intento más desde una posición netamente especulativa, que pretende un tratamiento de total privilegio a costa de el 93 por ciento de los acreedores que confió en la Argentina". Si la cámara ratificara su fallo previo, a la Argentina le quedaría el camino de tratar de apelar ante la Corte Suprema de los EE.UU., lo que contará con el apoyo del gobierno de Obama, según pudo saber LA NACION.
Será clave saber si, entre tanto, la cámara mantiene la situación de suspenso actual -para no ejecutar la sentencia y darle así más tiempo a la Argentina- y si incluye, como lo hizo en octubre, a los agentes de pago e intermediarios de la Argentina entre los responsables del cumplimiento del fallo (Bank of New York y DTC). Si se hace la apelación ante la Corte Suprema, habrá otro escrito de la administración demócrata en el que, sin defender a la Argentina, se indicará que pagarles a los fondos buitre en los términos en los que pretenden afectará la reputación de Nueva York como plaza financiera global. Mientras tanto, los holdouts despedazaron ayer la propuesta argentina, que fue pedida por la Cámara de Apelaciones para determinar la fórmula de pago.
"La Argentina envió una respuesta desafiante y previsible, que falla por completo en cumplir con su obligación de tratamiento igualitario de los acreedores, o de tomar seriamente la orden específica de esta Corte de marzo", dispararon.
En cambio, el país "propone una fórmula que, en vez de cumplir con esa obligación, contiene una fuerte quita de capital, potencialmente no cumplible, en un bono sin liquidez", agregaron los demandantes. El Gobierno, agregaron, tiene "la temeridad de asegurar que responde en un esfuerzo de buena fe".
De inmediato advirtieron que los abogados de la Argentina "declararon que no obedecerán en forma voluntaria ninguna otra orden que la oferta" planteada por el equipo económico, en términos similares al canje de 2010.
Más aún, profundizaron, el Gobierno dio a entender que buscaría un método alternativo para pagarle al 93% que sí entró a los canjes del 2005 y 2010, en lo que consideran una violación de las órdenes judiciales. "Así es como la Argentina lidió con sus acreedores en la última década: dictó unilateralmente «ofertas de canjes» de centavos por dólares y amenazó con no pagar nada si la oferta era rechazada".
Dada esta presunta voluntad de la Argentina de "evadir la orden judicial", afirmaron, los demandantes están en su derecho de cobrar tal como Griesa lo dictaminó, lo cual la Argentina rechaza por considerar lo inequitativo con la quita asumida por los acreedores que aceptaron los canjes. Pero, hasta ahora, en la interpretación del "pari passu" (madre de esta causa en la que Griesa en febrero y la cámara en octubre del 2012 fallaron en contra del Gobierno), la justicia norteamericana se ha volcado del lado de la pretensión de los holdouts ..
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