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La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) vive una actualidad donde cada movimiento es observado con lupa, especialmente los referidos a los distintos contratos que suscribió la organización.
En ese contexto, este martes el diario The Clinic informó sobre dos pagos realizados por la empresa argentina Full Play, correspondientes al periodo 2011-2012 y que fueron consignados en la auditoria externa realizada por RSM Auditores de los años 2011 a 2014.
Los dineros entregados alcanzan los $774.879.000 en 2011 y $450.846.000 en 2012, los que serían pagos anticipados de la empresa trasandina hacia la organización del fútbol chileno, bajo el concepto de derechos de transmisión televisiva de partidos de la selección chilena.
Pero ¿cuál es el problema con este vínculo? Estas surgen porque Full Play, empresa dedicada a la transmisión de eventos deportivos, está involucrada en el escándalo de corrupción y sobornos que remece al fútbol internacional. Por aquello, sus dueños, Hugo y Mariano Jinkis, han sido requeridos por la justicia estadounidense bajo cargos de “lavado de dinero, crimen organizado y fraude electrónico”, según indica el medio.
Las dudas respecto a este contrato han aparecido en la Comisión Fiscalizadora, instancia conformada por representantes de diversos clubes como O’Higgins, Huachipato o Universidad Católica -entre otros- y que controla el accionar del directorio hasta las próximas elecciones del 4 de enero, donde se elegirá al reemplazante del renunciado expresidente Sergio Jadue.
El grupo mantienen los pagos bajo revisión y, en caso de detectar irregularidades, la información será entregada al fiscal Carlos Gajardo, que lleva adelante la investigación sobre posibles ilícitos del fútbol chileno. Un nuevo capítulo que se suma a los cuestionamientos que enfrenta la directiva del balompié nacional.
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