Lo que falta con Uruguay

La lista de asuntos pendientes de solución entre Argentina y Uruguay aún es larga. El Frente Amplio en el gobierno desde 2005 no previó que la relación con los gobiernos K sería tan conflictiva.

Cuando en 2003, Néstor Kirchner ganó en Argentina y dos años después el Frente Amplio con Tabaré Vázquez logró por primera vez llegar a la Torre Ejecutiva, desde la izquierda se aseguraba que la "sintonía" política ayudaría al fortalecer el vínculo entre ambos países.

La buena vecindad duró poco, y la relación del presidente uruguayo con Néstor Kirchner, primero y con Cristina Fernández de Kirchner después, se desgastó rápido.

La gota que derramó el vaso fue que empezara a funcionar Botnia (hoy UPM) y desde entonces la relación política y diplomática fue de las más tirantes de la historia bilateral.

Las diferencias por la pastera no se superaron. Argentina denunció a Uruguay en la Corte Internacional de La Haya, permitió el corte de puentes internacionales y avaló protestas de vecinos de Gualeguaychú que envalentonados se metían al Río Uruguay a protestar. Vázquez llegó a temer algo más grave, al punto que pidió ayuda al entonces presidente de EEUU, George Bush que con un mensaje desde el norte, logró calmar los vientos bélicos de Argentina.

El gobierno K tomó también una serie de medidas, que si bien no eran dirigidas únicamente a Uruguay, golpearon directamente a este país. Con la llegada de José Mujica se levantó el bloqueo a los puentes y las cancillerías elaboraron una lista de más de 20 temas a resolver, algunos de los cuales tienen prioridad por el impacto en la economía y el empleo.

La relación política entre Vázquez y Cristina Fernández de Kirchner –que estará en el cargo hasta el 10 de diciembre– estuvo marcada por el distanciamiento. La mandataria ni siquiera vino a la asunción de Vázquez, y Vázquez no se planteó ir a Argentina a encontrarse con la socia del Mercosur.

No obstante, se apostó a mejorar la relación y en el comienzo de su segundo mandato, Vázquez decidió que Héctor Lescano, un político del Frente Amplio caracterizado por sus dotes de dialoguista, sea el embajador en Buenos Aires. Argentina lo aceptó de inmediato y en la cancillería se recibió como una señal de disposición a negociar.

Ayer luego del Consejo de Ministros en Durazno, Vázquez dijo que llamó al presidente electo, Mauricio Macri, para felicitarlo por su triunfo. Indicó que hablaron para tratar de superar las dificultades y pidió un aplauso a los presentes por los comicios de Argentina. En la agenda bilateral, ambos países tienen varios asuntos para resolver.

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