Con una modificación a la normativa vigente, la Unión Europea confirma que se eliminan las restricciones a la importación de miel desde la Argentina.
La Comisión Europea publicó la nueva Directiva de la Miel, en la que se que considera el polen como un componente natural de la miel y no un ingrediente de la misma, por lo que queda excluida de los productos prohibidos en el Viejo Continente por haber sido elaborados con ingredientes que contienen organismos genéticamente modificados.
Así, se pone fin a una problemática iniciada en 2011, cuando un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció que los productos que contengan como máximo el 0,9% de ingredientes genéticamente modificados deben notificarlo en sus envases.
La reglamentación había significado un duro golpe para la apicultura argentina, ya que el 86% de la producción nacional de miel se concentra en la región Centro, zona donde se ubica la mayor parte de los cultivos cerealeros con organismos genéticamente modificados. Después de un año de evaluar opciones que le permitieran estar en línea con el fallo del Tribunal y, a la vez, evitar su impacto negativo sobre el comercio de la miel