La salida del Gobierno del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fue "el" tema que dominó la charla entre los referentes del sector automotriz que participaron del "6´ Encuentro de los Líderes". Los empresarios afirman que el impacto de su alejamiento no será menor. Durante su gestión, Moreno impuso fuertes controles a las importaciones y exportaciones del sector, lo que ahora abre una etapa con grandes expectativas, pero también con mucha incertidumbre.
Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat Auto Argentina, arrancó diferenciando "dos Morenos". Y sorprendió con sus definiciones: "Uno es el que te respetaba cualquier acuerdo, hacía todo lo posible para proteger la producción, se levantaba a las 6 de la mañana y a las 11 de la noche estaba todavía trabajando y siempre con total honestidad. A ese Moreno hay que respetarlo dijo. El otro, pensaba diferente a una economía moderna, insertada en el mundo abierta. Las reglas eran muy subjetivas". Entre risas, no descartó visitarlo en su próximo viaje a Italia.
"En el corto plazo, hay preocupación. Quieras o no, teníamos una forma de trabajar y la gran incertidumbre es cómo nos vamos a manejar hasta diciembre. Hay muchísimas DJAI (declaraciones juradas anticipadas de importación) pendientes, retrasos en los pagos", admitió Isela Costantini, presidente y directora ejecutiva de General Motors de Argentina, Uruguay y Paraguay.
A su turno, Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, se mostró algo más optimista: "Tenemos la percepción de que es para mejor. El jefe de Gabinete habló de previsibilidad. Todos los que estamos en la industria automotriz invertimos en el largo plazo y necesitamos esa previsibilidad. Moreno manejaba todo en el corto plazo y sin una reglamentación clara. Era muy difícil de explicar a los japoneses que no había regla escrita", señaló.
Para Ratazzi el principal problema sigue siendo la inflación, pero se mostró muy esperanzado con la llegada de Juan Carlos Fábrega al Banco Central. "Tenemos un país incendiado por la inflación, entre 20% y 30%. Es la primera lucha que tienen que encarar", pidió a los nuevos ministros.
Con todo, los líderes de las compañías se mostraron muy cautelosos en sus expectativas de crecimiento para 2014 y consideraron que estarán satisfechos si logran alcanzar los mismos número que este año. Según Costantini, al cierre de 2013 no se llegará al millón de unidades patentadas, cifra siempre esperada, pero se estará muy cerca con unas 950.000. La ejecutiva señaló que las dudas sobre un control de la venta de autos de alta gama y la caída o estabilización del mercado brasileño son algunos de los factores que no hace prever una industria más fuerte en 2014. "Si uno mira el largo plazo, a nivel global, el mejor mercado con potencial es Asia y Latinoamérica. Uno tiene que trabajar primero en el volumen y después va a llegar la localización de partes para corregir el déficit que hay advirtió el número uno de Toyota. Si no le damos competitividad, estamos yendo a Latinoamérica con el resto de los productores globales en países que tienen niveles de competitividad más altos. Y no es sólo el tipo de cambio; es también la logística, el tiempo que gastamos en hacer DJAI, si tenemos ferrocarril. El ideal es un mercado como España o México, con un millón de autos, pero fabricando 2 ó 3 millones".
Ratazzi también habló de los problemas de competitividad y del peligro de la dependencia casi exclusiva del mercado brasileño: "Es muy peligroso para nuestras plantas. Si pasa algo en Brasil no tenemos alternativas. Tratados de libre comercio con Europa y otros lugares son la única manera de dar una salida estable, que no sea sólo Brasil, a la fuerte producción, capacidad y calidad de productos fabricados en la Argentina".