Por Merino Soto
Intensas lluvias, largas sequías o fuertes nevadas, son algunos de los efectos meteorológicos que trae aparejado el cambio climático (CC). Frente a éstos eventos, técnicos argentinos evalúan medidas que mitiguen el impacto en la vitivinicultura. El resultado permitirá aplicar herramientas de adaptación para reducir los efectos económicos.
Para ésto el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en cooperación con la Universidad de Washington de los EE.UU., construyó una cámara de medición la cual evaluará los intercambios gaseosos en la planta entera de vid.
De acuerdo con Jorge Prieto, técnico del INTA Mendoza, el fin es saber los “distintos factores del manejo del cultivo y del ambiente como la temperatura o el déficit hídrico sobre los procesos de fotosíntesis y transpiración”.
En los últimos años los registros climáticos en las zonas de Mendoza y San Juan vienen mostrando una diversidad llamativa. Una de ellas tiene que ver con la radiación solar que produjo una excesiva maduración desmedida que impacto en el fruto.
Hoy se recomienda a los productores no hacer el raleo, que no es más que cortar las hojas en proporción con los frutos. Esto es precisamente para que las hojas protejan los ramos de los rayos solares.
Más el CC trajo aparejado la aparición de plagas “en épocas no habituales que llevo al uso de pesticidas que antes no se aplicaban, lo que incide en la fermentación y por ende en el gusto del vino”, señaló el gerente general de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), Carlos Iannizzotto.
Esto no es un detalle menor frente a la exigencias de los mercados que hoy compran “trazabilidad e inocuidad”. “Se trata de un escenario que va a convertirse muy pronto en condiciones de accesos mínimos. Hoy ya algunos importadores europeos exigen la huella ambiental”, sostuvo el director de BIM (Business Issue Management), Gustavo Idígoras, y también ex agregado agrícola ante la UE.
Dicha disposición entrará en vigencia en 2018. Hoy aplicarlo es alternativo, pero dentro de tres años será obligatorio para todos los productos que quieran ingresar al viejo continente.
Un informe del Banco Mundial sostiene que en el caso del Cono Sur, el efecto del CC se verá afectada por una disminución en el rendimiento agrícola, sino se aplican medidas de adaptación y una fertilización constante que permita una reducción de las emisiones.
Argentina da un paso adelante para buscar solución a los hábitos diferentes en torno del clima. Su resultado es establecer una regla para cada caso de forma tal de ser eficientes que permitan adaptarse a los diversos sistemas de producción vitivinícola.
El Banco Mundial alerta
“Bajemos la temperatura”, es el nombre del informe -el tercero en cuestión- que sacó el Banco Mundial. En el se concluye que debido a las emisiones de efecto invernadero pasadas y previstas, un calentamiento cercano a 1.5 Cº, ya es una realidad de la temperatura atmosférica del planeta. Para el entidad, sino se reducen las emisiones de carbono provocadas por industrias, la quema de combustibles fósiles (petróleo), la actividad agropecuaria, entre otros, se va camino a los 2 Cº a mediados de siglo y de 4 Cº o superior, en los próximos 80 años.
Desde el 30 de noviembre, los líderes de todo el mundo se darán cita en Francia, para debatir sobre el cambio climático.
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