La mayoría de las especulaciones previas cayeron en saco roto. No sólo evitó alguna alusión a la posibilidad de renunciar a una eventual re-reelección, sino que habló de “ganar otra década más”. Tampoco cedió la palabra a los dirigentes que representarán al partido oficialista en las próximas elecciones. Ni suavizó su discurso a tono con la campaña en ciernes, que por el contrario volvió a estar cargado de críticas a la Justicia y a los medios de comunicación.
Cristina Kirchner marcó de ese modo el terreno a los candidatos del Frente para la Victoria en todo el país. Aunque en el acto que se desarrolló ayer por la tarde en el microestadio Malvinas Argentinas, del club Argentinos Juniors, se pudo percibir la necesidad del oficialismo de apuntalar a sus candidatos en la provincia de Buenos Aires, que será fundamental para determinar el “resultado nacional” de los próximos comicios legislativos.
Por eso se los pudo ver muy cerca de la Presidenta al gobernador Daniel Scioli y a Martín Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora que encabeza la lista del FPV para diputados nacionales. Ambos se sentaron a pocos metros de Cristina Kirchner, quien se dirigió a la militancia presente -que la esperó más de dos horas en La Paternal- desde un atril en el que apareció la nueva consigna gubernamental, “Elegir Seguir Haciendo”.
PUESTA TEATRAL
En un acto con puesta en escena teatral, que incluyó la aparición de dos integrantes del grupo Fuerza Bruta “flotando en el aire” junto a una inmensa bandera argentina, la jefa de Estado defendió la “idea rectora de Nación” de su administración y ponderó que el FPV es la única fuerza política que “no cambió en los últimos 10 años”. “No nos disfrazamos, nos gusta dar la cara y decir lo que pensamos”, aseguró la Presidenta.
Antes de su ingreso al escenario, la locutora del acto presentó a todos los candidatos nacionales del kirchnerismo -provincia por provincia, más la ciudad de Buenos Aires-, enumerando los logros que el Gobierno considera como propios en cada distrito. “No son los candidatos de Cristina, sino los del proyecto nacional y popular”, aseguró luego la Presidenta. Y les advirtió: “Van a tener que bancarse agravios, pero por cada ataque nosotros responderemos con una acción de gobierno”.
Según pudo constatar EL DIA, casi todos los dirigentes que se ubicaron sobre el escenario detrás de la Presidenta -entre los candidatos y 16 gobernadores provinciales- fueron bien recibidos por la militancia a excepción del formoseño Gildo Insfrán, a cuyo ingreso se escucharon algunos silbidos. El propio mandatario protagonizó más tarde un hecho insólito cuando aplaudió una frase de Cristina Kirchner sobre los pueblos originarios, en medio de su pelea con la tribu QOM.
CONTRA LA JUSTICIA Y LOS MEDIOS
En su discurso, la Presidenta volvió a cuestionar el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional de la elección popular de los consejeros de la Magistratura, al asegurar que se trató de una resolución que “hiere la dignidad e insulta la inteligencia”. Acto seguido, prometió a sus seguidores que seguirá impulsando la “democratización” de la Justicia, aunque no precisó de qué manera. En cambio, dio paso a una crítica enfática a los medios de comunicación.
Ocurrió cuando chicaneó a los reporteros gráficos presentes haciendo gestos para que la retrataran “como una bruja”, porque a su entender los editores de los principales diarios porteños le exigen eso a sus subordinados, en lugar de sacarla “linda, con una sonrisa”. Y enseguida aguijoneó: “Esto lo sabemos porque lo cuentan los fotógrafos; compañeros hay en todos lados”. Los militantes entonaron entonces la ya clásica consigna “el que no salta es de Clarín”.
El momento más emotivo del acto había sucedido una hora antes, cuando los organizadores proyectaron un video en que se apeló a la figura de Néstor Kirchner -sus discursos más recordados, su muerte- y se escuchó la voz en off del también fallecido Hugo Chávez, el ex presidente de Venezuela. “Yo soy argentino, soy soldado del pingüino”, entonaron los presentes. Mientras el diputado camporista Andrés “Cuervo” Larroque acomodaba a los candidatos en el escenario.
El acto, según pudo constatar este medio, no estuvo pensado como una gran movilización -de hecho en el microestadio de Argentinos no entran más de cinco mil personas-, aunque sí pareció todo pulcramente sincronizado para la transmisión televisiva, en la que primaron las cámaras de la TV Pública. En el terreno político, en tanto, el kirchnerismo destacó especialmente la presencia de una nutrida delegación de intendentes del Conurbano y el interior bonaerense.
Arriba del escenario, el momento más gracioso lo protagonizó el diputado Héctor Recalde, quien aspira a su reelección, al pegar pequeños saltitos espásticos a modo de baile cuando ingresaron los candidatos por la provincia de Buenos Aires. A su lado, Insaurralde estuvo “muy cariñoso” con la también diputada Juliana Di Tullio, al punto que ambos entraron agarrados de la mano. El joven intendente lució un traje azul impecable, con corbata celeste y camisa blanca.
“¿DE QUÉ LADO ESTÁS?
“Nosotros somos estos que ven acá, siempre al lado de los trabajadores”, arengó la Presidenta en un gesto a las facciones oficialistas de la CGT y la CTA, que sufrieron fugas hacia otras fuerzas políticas. Y reivindicó las “peleas democráticas” como un mecanismo para “defender los intereses del pueblo. Enseguida preguntó, mirando a los militantes, pero en rigor dirigiéndose a los ciudadanos que estaban mirando por televisión: “El tema siempre es saber de qué lado estás”.
Tras el acto, algunos candidatos se acercaron a hablar con la prensa, en un “corralito” que pareció dispuesto para la incomodidad de periodistas y camarógrafos. Allí, Insaurralde reconoció que la Argentina tiene problemas de inseguridad e inflación.