A veces parece que nos olvidamos de que los tenistas son también personas y que tienen todo el derecho del mundo a salir y disfrutar de un día de fiesta con sus amigos. Es lo que le ha pasado a Juan Martín del Potro, que intentó disfrutar de un día libre en su preparación de cara a su vuelta a las pistas en 2015 y fue cazado por la prensa argentina que publicó varios artículos en diversos medios metiendo mucha caña a la imagen del de Tandil, el que es la primera raqueta del país.
Ya de por sí es difícil hablar con los tenistas, incluso con su cuerpo técnico, que si encima la prensa mete este tipo de palos, todo se hará mucho más complicado. Juan Martín del Potro vive un auténtico calvario desde marzo de este año cuando tuvo que operarse la muñeca izquierda del mismo problema que tuvo en la derecha. Durante todo este tiempo, ha sido habitual verle en las redes sociales publicar su día a día y los entrenamientos que el argentino estaba siguiendo para volver lo más rápido posible.
Pero Juan Martín es un chico joven, con 26 años, y es normal que de vez en cuando le guste salir con los amigos y pasarlo bien. El otro día, decidió darse un día libre en su preparación y se fue a una fiesta en un barco durante el día con sus amigos y acabó en una discoteca. Pues bien, un medio argentino, RatingCero, capturó en varias fotos a Delpo disfrutando de la fiesta en compañía de una chica y le dedicó frases del estilo: "Juan Martín del Potro, de fiesta todo el día en un barco con mujeres", "En los barcos se juntaron varias personas donde predominaba el sexo femenino", "Se pasó la tarde rodeado de una morocha a la que no le sacó los ojos, ni las manos de encima". Claramente, en este artículo se daba una imagen de Del Potro de juerguista y mujeriego, añadiendo imágenes como éstas:
¿Acaso no tiene derecho Juan Martín de salir y disfrutar de un día de fiesta como cualquier otra persona? Que sea una figura pública no le exime de querer salir con sus amigos y no quedarse encerrado en casa y mucho menos de querer conocer a alguna chica. Pero a veces se nos olvida que son personas totalmente corrientes, como cualquiera de nosotros, y sienten igual que cualquiera y según qué medios se sienten con la libertad de juzgarlos únicamente porque son famosos.
Estas fotos se han extendido por toda la red y muchos han sido los medios en Argentina que se han hecho eco de ellas. Del Potro tiene todo el derecho a enfadarse por lo publicado y no me extrañaría que eso hiciera que no quisiera hablar con la prensa por un largo tiempo, algo totalmente comprensible.
Porque los periodistas estamos para contar lo que ocurre. Comunicar. Analizar las cosas y dar nuestra visión y contar si algo está bien o no. Pero desde luego, no para juzgar lo que un deportista hace o deja de hacer en su vida privada, fuera de su trabajo. Mientras, los que de verdad amamos este deporte, intentaremos seguir disfrutando del tenis del tandilense y ya contamos los días para volverle a ver jugando un partido oficial.