La madrina Cristina: ya sumó casi 700 ahijados presidenciales por …

Con el bautismo de 15 nuevos ahijados en Chaco, la presidenta Cristina Kirchner ya sumó este año casi 100 niños bajo su madrinazgo, a la vez que a lo largo de su mandato la cifra roza los 700 afortunados.

A pesar de que la madrina Cristina no participó en ninguna de las ceremonias este año, el 2014 tuvo bautismos destacados e históricos, e incluso algunos se vinculan con banderas levantadas por el kirchnerismo.

En marzo, se produjo el primer bautismo de ese estilo en una Iglesia Evangélica, con el caso de Thyago Mallón, un niño del partido bonaerense de Berazategui, quien recibió el beneficio por parte de la edecán Silvina Carrascosa.

La ocasión se produjo cinco años después de la modificación de la Ley 20.843, en la que se introdujo el cambio que aseguraba que "los aspirantes a recibir el Padrinazgo/Madrinazgo Presidencial tendrán derecho al beneficio, aun cuando el bautismo religioso no fuere el católico", dando así la posibilidad de que puedan acceder aquellos que profesen otros credos.

Asimismo, dos semanas después de aquel bautismo, se produjo el de la pequeña cordobesa Umma Azul, fruto del matrimonio igualitario entre Carina Villarroel y Soledad Ortiz.

En tanto, el pasado jueves, se incorporaron al gran lote de ahijados 15 niños chaqueños, entre ellos el joven Mariano Néstor Gómez, de siete años e integrante de la comunidad aborigen qom.

Otro de los madrinazgos destacados fue en la localidad bonaerense de Necochea, cuando Viviana Balinotti, gracias a su beba Ana Merlina Espinoza, se convirtió en la primera integrante de la organización HIJOS en tener una hija amadrinada por la primera mandataria.

Así, desde febrero de 2008 con Máximo Oviedo, el primer ahijado presidencial de Cristina, la mandataria ya sumó alrededor de 700 ahijados en todos los rincones del país.

En aquella primera ocasión, la familia oriunda de La Plata, la misma ciudad en la que nació la Presidenta, fue recibida por la jefa de Estado en la Casa Rosada.

Los ahijados que vinieron después recibieron el beneficio ya no de la mandataria, sino de las edecanes María Isabel Panza, Claudia Fenoccio y Silvina Carrascosa, quienes acudieron a las ceremonias en representación de Cristina. .

--Un beneficio con historia-- .

La tradición proviene de la Rusia zarista, ya que se creía que el séptimo hijo varón se convertía en hombre lobo y la séptima hija mujer, en bruja; ante ello se otorgaba el padrinazgo imperial que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados por sus familias.

Con el flujo migratorio de fines de siglo XIX y comienzos del XX, la modalidad se afincó en la Argentina en 1907, cuando los inmigrantes rusos Enrique Brost y Apolonia Holmann dieron a luz a su séptimo hijo varón, José Brost, y, tras enviarle una carta, el por entonces presidente José Figueroa Alcorta lo apadrinó.

Institucionalmente, el Padrinazgo Presidencial surgió con el decreto 848/73 durante el Gobierno de Juan Domingo Perón y otorgaba como obsequio una "medalla de oro recordatoria".

Un año más tarde, bajo la gestión de María Estela Martínez, se ratificó por ley, aunque se excluyó el ostentoso regalo y pasó a asegurar que el séptimo hijo o hija "tendrá derecho a que el Estado nacional le asegure la realización gratuita de los estudios de nivel primario, secundario, universitario o especial que curse en establecimientos educativos oficiales".

En marzo 1976, pocos días antes del golpe militar, se reglamentó la ley 20.843 y se creó la comisión de becas correspondiente, así como también se definieron los requisitos y los trámites para la solicitud de las mismas.

Actualmente, la legislación señala que el Padrinazgo Presidencial "no crea derechos ni beneficios de naturaleza alguna a favor del ahijado/a ni de sus parientes".

Leave a Reply