En lo que fue una decisión inédita en la Argentina, la
Iglesia pidió ayer disculpas públicas
por los abusos sexuales a menores cometidos
por el sacerdote de la localidad de Ricardo Rojas, Tigre (dependiente de la
diocésis de San Isidro) José Mercau.
El comunicado, leído en todas las iglesias de la diócesis de
San Isidro ayer, fue redactado por el obispo Oscar Ojea. Su título fue "Asumir, pedir perdón y deseo de
reparar". Varios asistentes a las misas destacaron positivamente la decisión.
Los casos en los que estuvo involucrado Mercau se revelaron
en 2005, luego de que cuatro menores de edad dijeron haber sido abusados por el
sacerdote cuando este dirigía un hogar de niños en situación de vulnerabilidad,
informó hoy el diario La Nación.
El sacerdote fue llevado a juicio, donde reconoció haber
perpetrado los abusos. Recibió una
condena de 14 años, que hoy cumple en el penal de Campana, donde también se
encuentra Julio César Grassi, detenido por ese delito.
Las víctimas iniciaron una causa penal contra Mercau.
Asimismo, mantuvieron una serie de encuentros con monseñor Ojea. Estas
reuniones llevaron al obispo a concluir que era necesario el pedido de
disculpas público, ya que los cuatro jóvenes precisaban una reivindicación de
su dignidad tras los abusos cometidos en su contra.
La diócesis de San Isidro, además de pedir disculpas, se hará cargo económicamente del caso y
decidió otorgar a las víctimas un resarcimiento económico por los daños
sufridos, para lo que venderá propiedades pertenecientes a la diócesis. Se
trata de la primera vez que la Iglesia asume la responsabilidad de realizar un resarcimiento económico de forma voluntaria.
Según destacaron algunos especialistas, el histórico pedido
de disculpas públicas, frente a miles de fieles, implica un marcado cambio de
rumbo en como la Iglesia afronta los casos de abuso sexual de menores,
usualmente envueltos en el tabú.
Aun resta finalizar el proceso mediante el cual la Iglesia
juzgará a Mercau, quien por el momento continúa siendo sacerdote. La diócesis
envió su investigación del caso al Vaticano y aguarda la decisión de la Santa
Sede al respecto.