La deuda externa argentina llegó a 182.741 millones de dólares al finalizar el primer semestre, lo cual significó un incremento de 3.778 millones con relación a diciembre del 2011, informó hoy el Ministerio de Economía.
En el informe difundido este viernes, el Palacio de Hacienda destacó que la deuda pública representa 41,5 por ciento del PBI, marcando una reducción de su nivel del 0,3 contra fines del año pasado.
Economía indicó en un comunicado que la deuda registró un recorte de 125 puntos porcentuales desde diciembre de 2002, aunque creció casi 56.000 millones desde 2003 por intereses y otras obligaciones.
El secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, manifestó que "el hecho de que el 55 por ciento de la deuda se encuentre en manos del sector público y que la carga de servicios con privados represente montos de baja magnitud relativa y totalmente manejables, manifiesta en forma contundente la solidez de la capacidad de pago de la Argentina".
Destacó que la deuda con acreedores privados constituye otro elemento central del informe, ya que representa sólo el 13 por ciento del PBI y que se reduce al 9,4 del Producto si se observa sólo la porción denominada en moneda extranjera.
Por su parte, especialistas y consultoras advirtieron que tras el canje de 2005, la deuda aumentó unos 56.000 millones de dólares.
Señalaron que el crecimiento de la deuda pública se produjo por la capitalización de intereses y la toma de préstamos, en gran parte para financiar el déficit fiscal y los pagos de intereses de la deuda.
En la deuda se incluyen las obligaciones con el Club de París, pendiente de pago, valuadas en 6.500 millones de dólares, pero no los intereses atrasados ni los punitorios que podrían llevarla a unos 10.000 millones, de acuerdo con las estimaciones del analista de la consultora INC, Agustín Monteverde.
Los datos tampoco alcanzan la deuda que surge del cupón PBI, que solo a fin de año implica pagar más de U$S 3.000 millones, y explica la necesidad de imponer un férreo control para evitar la fuga de capitales y contar con las divisas para cancelar esa deuda.
La contabilización de la deuda a fines de 2011 no toma en cuenta los bonos no ingresados al canje, que volvieron al primer plano tras el revés sufrido por la Argentina ante la Justicia de Nueva York, por otros U$S 11.000 millones.
El título más importante es el Cupón PBI, pero el Gobierno ya dispone de las divisas para esas obligaciones, a través del llamado Fondo de Desendeudamiento conformado por reservas del Banco Central.
La misma estrategia se continuará adoptando en 2013, ya que en el Presupuesto se autoriza al Gobierno a tomar otros U$S 7.967 millones de las reservas para hacer frente a los vencimientos del año próximo.
Más del 50% del activo del BCRA está en "papeles" del Estado mientras que otro gran acreedor es el Fondo de Garantía de la ANSeS, que absorbió los bonos que estaban en manos de las AFJP y que también fue financiando los déficit del Tesoro.
Detrás se ubica el Banco Nación, por préstamos al Gobierno, y por ello los especialistas advierten que el argumento oficial de que la deuda con los privados es baja es solo la mitad de la historia, ya que existe una elevada deuda con organismos públicos.
Los expertos también señalan que si bien al estar la mitad de la deuda estatal en manos de organismos públicos se facilita la refinanciación de vencimientos, al mismo tiempo se traslada el riesgo de un eventual incumplimiento a la ANSeS (pago de jubilaciones) y al propio BCRA, que queda con menos reservas para respaldar los pesos en circulación.
Según un relevamiento realizado por la Fundación FIEL, las reservas reales en poder el Central llegan apenas a los 32.000 millones de dólares, ya que el resto es parte de los depósitos en dólares y de títulos de deuda emitidos.