La Argentina devaluó su imagen en la industria de cruceros

Para que tengan una idea de la importancia del turismo de cruceros, significa un ingreso que está por sobre la media del turista común. Cada pasajero genera 7 puestos de trabajo y gasta por sobre la media, en un promedio diario de US$ 300 frente a los US$ 106 que gasta un turista que ingresa por Ezeiza [...] Por los cruceros, se estima que los ingresos de la ciudad de Buenos Aires se incrementarán en 100 millones de dólares. Es muy importante atenderlos bien para que vuelvan. (Discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 14 de marzo de 2011, durante la inauguración de la terminal de cruceros Quinquela Martín en el puerto de Buenos Aires).

Los pasajeros volverán, como las golondrinas: por aire. Las líneas de cruceros que vieron afectadas sus recaladas con destino a Malvinas, suspendieron por tiempo indeterminado sus servicios "por no contar con el marco de seguridad necesario y por la falta de respuesta de las autoridades".

La compañía de cruceros PO canceló los puertos argentinos. Ni Buenos Aires, ni Puerto Madryn, ni Ushuaia recibirán al Arcadia y al Adonia. La Argentina pierde así seis recaladas. Si, tal como dijo la Presidenta, cada crucerista gasta US$ 300 por día, y si cada crucero trae 2000 pasajeros, la Argentina perdió 7,2 millones de dólares con esta retirada forzada del armador. Y perdió también 28.000 puestos de trabajo indirectos si, como explicaba la mandataria, cada pasajero genera 7 puestos de trabajo indirectos, entre taxistas, maleteros, personal en tiendas, etc.

Ambos cruceros irán a Malvinas, de todas maneras.

Hace un mes, el crucero Aidacara debió cancelar su escala en Malvinas luego de los ataques a las oficinas de la agencia que representa al armador.

Resistencia Malvinas, comandada por Toni López, es la agrupación que boicotea los cruceros que, recalando en puertos argentinos, busquen parar en Malvinas también.

Pero el laissez-faire del Gobierno es responsable y cómplice con su silencio inactivo de que el turismo de cruceros en la Argentina quede manchado indefinidamente. Sólo la Cancillería manifestó en reuniones informales que se incurría en un "error" interpretativo de la ley provincial Gaucho Rivero ya que un crucero no explota recursos naturales no renovables. A menos que sacarle fotos a un pingüino sea comparable a la extracción de petróleo en las Malvinas.

Ninguna explicación lógica recibirán tampoco los 1000 pasajeros argentinos que, luego de viajar a Chile para embarcarse en el Star Princess, no podrán conocer las islas Malvinas que todos, víctimas y victimarios, reclaman para la Argentina..

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