El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, reiteró este jueves que Argentina no está en default, en referencia a una campaña para crear pánico e incertidumbre en torno a este término, que aseguró "no es una sensación térmica sino una cuestión eminentemente legal".
"Es muy claro que Argentina se encontraría en default si hubiese incumplido algunas de las cláusulas en los contratos", afirmó, al tiempo que destacó que ninguna de estas cuestiones se cumplen.
El funcionario argentino explicó que "si ahora hay un problema entre el juez Griesa y los bonistas es porque Argentina pagó. Esa plata es de los bonistas del canje, sea o no nuestra responsabilidad haremos lo que esté a nuestro alcance para que ese dinero llegue a sus dueños", señaló.
"El problema es que el juez hizo una interpretación estrambótica de una cláusula estándar. Griesa impide que el 92 por ciento de los bonistas cobre para que el uno por ciento obtenga diez veces más que la mayoría", explicó.
Asimismo, aclaró que "Argentina tiene reservas suficientes y quiere seguir pagando. Es ridículo que nos quieran hacer entrar en sensación de pago cuando contamos con liquidez. Hoy no entramos en default, es una acción de mala fe similar a la del 2001", precisó.
"Si uno de los bonistas quiere tomar acciones no puede hacerlo solo, tiene que reunir al menos a un 25 por ciento y solicitar al Banco de Nueva York una situación de default. A partir de allí, la institución dispone de 60 días para considerar si se trata de un incumplimiento o no. Argentina está segura de que este caso no corresponde falta de pago", resaltó.