José Pedro Spalletti

A los 86 años falleció José Pedro Eugenio Spalletti, un reconocido vecino de La Loma que fue muy apreciado en distintos ámbitos de la Ciudad, a los que se vinculó. La noticia de su partida fue considerada una pérdida irreparable entre quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.

Había nacido el 1° de enero de 1929 en La Plata; sus padres fueron Adela y José y creció en el barrio de Tolosa junto a sus hermanas Tita y Angelita.

Desde muy joven comenzó a trabajar en la empresa de telefonía Entel y luego pasó a Telefónica Argentina; en total se desempeñó en esa actividad durante 45 años, tiempo en el que también compartió su conocimiento con varias camadas de empleados a los que ayudó a capacitar.

El 29 de enero de 1955 unió su vida a la de Ana Nélida Casaca, a quien había conocido en uno de los característicos bailes de su juventud. El vínculo, signado por el amor, el compañerismo y el respeto, se fue desarrollando a lo largo de las últimas seis décadas.

La familia creció con los nacimientos de su hijo Hugo - médico - y Gladys - abogada -. Dueño de una forma de ser equilibrada, la prioridad con sus hijos siempre fue el diálogo antes que las prohibiciones.

También fue abuelo de Leandro, Francisco, Josefina y Mauro por quienes José sentía un verdadero orgullo; por esa razón se esforzó cada día en ser un abuelo compañero e infaltable en cada acontecimiento que fuera importante en la vida de ellos.

En el plano deportivo fue un ferviente simpatizante de Gimnasia y Esgrima y frecuente asistente a los partidos de básquet que se disputaban en el Club Atlético Platense.

En su tiempo libre le gustaba participar de las reuniones sociales organizadas por el Club Abuelos La Plata y por la Asociación de Jubilados de Telefónica, adonde solía concurrir siempre acompañado por su esposa.

De personalidad muy sociable, disfrutaba de las reuniones con las amistades que fue entablando a lo largo de su vida y una vez por semana se encontraba con ex compañeros del trabajo.

Uno de sus pasatiempos preferidos fue la pesca, actividad que ponía de relieve su temperamento tranquilo y paciente, para esa salida solía frecuentar el Club de Pesca La Plata del que era socio vitalicio.

Los años tampoco apocaron sus ganas de hacer y su carácter independiente, un ejemplo de esa característica fue que año a año no dudaba en someterse a los más rigurosos controles con el objetivo de renovar su licencia de conducir.

Ayudar al otro fue parte de su cotidianeidad, algo que le surgía de manera espontánea, por eso tanto sus hijos como el resto de sus allegados lo definieron como un hombre bueno y servicial.

La partida de José Spalletti deja, sin dudas, un vació muy grande en su entorno, donde se extrañará su palabra justa, su optimismo sin quiebres y su compañía.

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