La inflación, que en lo que va de 2014 ha trepado un 4.1% y alcanzado la tasa interanual más alta en diez años, mantiene en vilo a Uruguay, donde las autoridades no esconden su preocupación, pero aseguran poder controlar este indicador y los analistas alertan de que eso está lejos de suceder.
Aunque todavía se encuentra a mucha distancia de Venezuela y Argentina, Uruguay se ha asentado en los últimos tiempos como el tercer país con mayor incremento de América Latina, lo que está encareciendo notablemente la vida en un país históricamente caro.
Según los últimos datos oficiales, la inflación fue del 1.66% en febrero, lo que unido al 2.44% de enero llevó este índice al 9.82% en los últimos doce meses, la tasa interanual más alta desde agosto de 2002, en plena crisis financiera por el contagio de la suspensión de pagos argentina.
El encarecimiento previsto por los analistas para febrero se esperaba en no más del 1.2%.