En el índice Big Mac que publica semestralmente la revista inglesa The Economist, la Argentina se encuentra en la posición 47 de los 57 países que se eligen para comparar el poder adquisitivo.
Luego de una devaluación del peso de más del 30%, bajó siete posiciones en la lista.
"El ranking se basa en la teoría de la 'Ley del precio único' que sostiene que en mercados competitivos, los productos idénticos deberían valer lo mismo en todas partes del mundo", apunta el economista Martín Tetaz.
"Como los ingredientes del Big Mac son equivalentes en todos lados, si el precio de la hamburguesa es más caro en el país que en el exterior, se dice que la moneda está sobrevaluada", completa.
El precio del dólar valía $9,14 en la última publicación de la revista en julio pasado. Desde entonces, la moneda norteamericana aumentó su valor un 50% y el dólar está a $13,81 en la nueva lista actualizada.
Esta suba tiene su efecto en que el Big Mac - sandwich de carne doble - bajó su costo en dólares de u$s3,07 a u$s2,39 y así se ubica entre los países con la hamburguesa más barata.
Claro que hay un pequeño detalle: la Argentina tiene desde el 2011 el precio del Big Mac clásico intervenido.
En ese entonces, el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, obligó a la cadena de comida rápida a mantenerlo rebajado. Actualmente sólo cuesta $33 mientras que el combo con papas fritas y bebida vale $87.
El cuarto de Libra - otro de los productos más populares - tiene solamente una capa de carne. Sin embargo, su valor es $75 mientras que el combo completo cuesta $95.
Si se tomara este valor para el índice de la revista, la Argentina treparía al segundo puesto entre los países con la hamburguesa más costosa a un valor de u$s5,43, superada únicamente por Suiza (u$s6,44).
"Esto ocurre porque todavía estamos muy caros producto de muchos tiempo con alta inflación y un dólar clavado. Si bien, el peso argentino tuvo una gran depreciación, toda la región devaluó; es por eso que la Argentina no ganó tanto en competitividad", analiza Tetaz.