Huracán de Argentina avanzó este martes a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2016 pese a caer 2-1 ante el venezolano Caracas FC al hacer bueno el 1-0 de la ida.
El equipo visitante, por intermedio de Diego Mendoza, le arrebató la clasificación en el último minuto (90+2) a un Caracas que había cosechado goles en la reposición del primer tiempo gracias a Rubert Quijada y en el minuto 83 con un tanto de Paulo Arango.
Con este resultado, Huracán disputará el Grupo 4 del torneo junto al colombiano Atlético Nacional, el peruano Sporting Cristal y el uruguayo Peñarol.
A pesar de la expulsión de Mariano González por doble amonestación en el minuto 74, el 'Globo' argentino, que jugó su primera Libertadores hace 42 años, selló el pase en las postrimerías del partido.
En un primer tiempo con pocas opciones de gol de lado y lado sobre el maltratado césped del Estadio Olímpico de la capital venezolana, el árbitro paraguayo Enrique Cáceres amonestó a Andrés Sánchez (3) por el Caracas y a José San Román (18) por Huracán.
Aunque los venezolanos se volcaron al ataque desde el pitazo inicial, en el minuto 14 los argentinos respondieron con una primera amenaza: un tiro libre de Daniel "Rolfi" Montenegro, que pasó muy cerca del arco rojo.
El colombiano Óver García respondió de inmediato con un remate cruzado que le envió Arango, pero el intento resultó fallido.
No obstante, el Rojo caraqueño estuvo cerca de abrir la cuenta tras un tiro libre de Robert Garcés, pero la jugada fue invalidada por fuera de lugar de Quijada a los 19.
Al borde del descanso Quijada sí gozó de mayor fortuna y abrió el marcador para los locales.
Tras el paso por vestuarios, en el minuto 68, el atacante venezolano Robert Hernández desbordó por la izquierda, burló a dos rivales con gracia y dio un pase a Arango, que a su vez extravió el tiro por un margen estrecho.
Animado por la fanaticada local, el colombiano Paulo César Arango conquistó el gol que puso a soñar a la oncena venezolana con su pase a la fase de grupos a apenas siete minutos para el final del tiempo reglamentario.
Pero Mendoza se encargó de aguar la fiesta y postergar el sueño copero del conjunto venezolano en el 90+2 al aprovechar un gran centro lateral desde la banda derecha para, de cabeza, llevar el júbilo a los aficionados de Huracán y ahogar los ánimos de los miles de espectadores que poblaron el estadio Olímpico de Caracas.