En Chile, Perú, Brasil y Uruguay, amplio eco de la mayor protesta vivida en Argentina contra el kirchnerismo. Para analistas, la primera impresión es la de subrayar el histórico y multitudinario cacerolazo contra el Gobierno en Argentina.
En las reacciones políticas, Aníbal Fernández, senador kirchnerista y exjefe de gabinete, dijo que no logra "comprender el mensaje hacia dónde va". Aseguró que percibió, en los manifestantes entrevistados por distintos canales de televisión, que no había "una comunidad de ideas" ni "una unidad de concepción" respecto de los motivos de la protesta.
Por su parte el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se mostró conmovido en reacción política bien diferente. "Fue un día para emocionarse. Lo que hizo el pueblo argentino merece orgullo. En Argentina hay una energía positiva impresionante. Aquel que es el protagonista del otro lado, en un país presidencialista, que se ocupe de nuestros temas, que paremos con la confrontación. El mensaje fue para la presidenta, que es la que debe cambiar", aseguró en declaraciones al programa Primera Mañana de Radio Mitre.
"La oposición lo que tiene que hacer es seguir aprendiendo. Al desastre que se hizo el año pasado con múltilples candidatos que no entusiasmaban a nadie, el aprendizaje es que uno no puede defraudar al ciudadano, como hizo la presidenta, que habló de tolerancia y después hizo todo lo contrario. La gente no espera cuatro años. Aquellos que queremos gobernar en 2015, debemos entender que la gente marca la agenda", subrayó Macri. En el ambiente, y también como protagonista, el cara a cara de Cynthia García con los manifestantes. Salió a la calle en una unidad móvil del programa ultrakirchnerista 678 polemizando con los manifestantes.
Clamor junto al Obelisco
Fueron multitudinarias marchas y cacerolazos los que protagonizaron el jueves en Argentina opositores a la presidenta Cristina Fernández Kirchner, convocados por las redes sociales en Buenos Aires y otras ciudades del país contra un plan de nueva reelección y la inseguridad. Se trató de una inmensa multitud -cientos de miles- los participantes en las concentraciones, cuyo epicentro fue el tradicional Obelisco, donde fue desplegado un gran cartel con la leyenda ¡Salvemos a la República!
Hubo marchas similares en las ciudades de Rosario, Córdoba, Mendoza y Tucumán. El lema principal del llamamiento fue #8N. SI a la Democracia. NO a la re-reelección, en una movilización que se extendió a casi todo el país, además de convocar a residentes argentinos en el extranjero. También se convocaron concentraciones en Nueva York, Washington, París, Roma, Madrid, Toronto y Miami. La inseguridad por la crónica violencia delictiva es la mayor preocupación de los argentinos, con un 79,4% de preocupación, por delante de la inflación, con un 64%, según la consultora Management Fit (MF).
La mayoría de los movilizados fue gente de clase media, como en el cacerolazo del 13 de setiembre, irritada por la prohibición total a la compra de dólares para ahorro u operaciones inmobiliarias que impuso Cristina Fernández de Kirchner.
"La gente se está haciendo escuchar en todo el país con una sola bandera", escribió en su cuenta de Twitter Mauricio Macri. La reacción de la presidenta en la noche del jueves en un acto político fue citar al expresidente Néstor Kirchner, quien le aconsejaba "no aflojar nunca, jamás, ni en los peores momentos, porque en los peores momentos se conoce a los dirigentes".
La presidenta cumplió su primer mandato entre 2007 y 2011, año en el que fue reelegida hasta 2015, pero no podrá volver a presentarse según la Constitución, pese a que sectores oficialistas proponen una reforma para habilitarla. Una reciente encuesta de MF reveló que un 80% de la población rechaza la re-reelección, pero detectó a la vez que siete de cada diez argentinos desaprueba también a la oposición. Macri tomó nota de ello en su reacción a esta protesta del 8N.
Las elecciones de renovación de la mitad de los diputados y un tercio del Senado se realizarán en octubre de 2013. Analistas políticos aseguran que será difícil o casi imposible que Cristina Fernández de Kirchner obtenga un triunfo de tanta dimensión que le otorgue los dos tercios de escaños del Congreso necesarios para una reforma.
Desafío delicado para Cristina
Las manifestaciones se realizan en medio de la incertidumbre por una economía que perdió su dinámica de alza anual del 8% para bajar a la mitad o menos y la popularidad de la presidenta cayendo al agravarse la crisis mundial. Otro factor de irritación y protestas lo causó en las últimas horas un amplio apagón en la capital argentina y su periferia. Cristina Fernández de Kirchner está en un aprieto además desde el 2 de octubre cuando un juicio de fondos especulativos por una deuda impaga derivó en el embargo en Ghana de la fragata Libertad, el buque escuela de la Marina de guerra.
La movilización, convocada por las redes sociales -Facebook y Twitter- tuvo su momento culminante junto al Obelisco reuniendo a 250.000 personas según estimaciones de analistas independientes. Cristina Fernández de Kirchner no se esperaba una protesta tan gigantesca en la provincia de Buenos Aires. Decidió no asistir a la Cumbre Iberoamericana en Cádiz por mala salud física. Pero su salud política podría empeorar -según indicaron analistas a Hechos de Hoy-, si analiza con más arrogancia esta protesta y desprecia lo sucedido.
La reacción de Cristina
La visión 7 de la protesta