A tres días de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de no aceptar la apelación argentina al fallo en primera y segunda instancia a favor del reclamo de los fondos buitre, la actitud que tomará el Gobierno sobre una eventual negociación aún deja una serie de interrogantes, más teniendo en cuenta que se viene a fin de mes un vencimiento de deuda con los tenedores de bonos que entraron al canje y que Economía ya advirtió que no podrá afrontarlo en Nueva York por temor a un embargo.
Si bien en el gobierno de Cristina Kirchner estaría evaluando una negociación con los acreedores litigantes, por lo pronto ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, descartó públicamente el envío de una comitiva la semana próxima a Estados Unidos para negociar un plan para cancelar los bonos en cese de pagos por 1.500 millones de dólares (1.330 más los intereses).
Sin embargo, ese pronunciamiento generó más dudas sobre la estrategia oficial para evitar un “default técnico”. Es que versiones periodísticas salidas ayer desde el Palacio de Hacienda no descartaban el viaje de funcionarios a una audiencia la semana próxima en Nueva York.
Al mismo tiempo, las declaraciones de Capitanich contradicen el anuncio que los abogados de Argentina habían hecho el miércoles desde Nueva York, después de reunirse con los litigantes y el juez Thomas Griesa, de que una misión oficial, precisamente, iría a esa ciudad la próxima semana con una propuesta..
“Hay mucha confusión y no tenemos un panorama certero, pero creo que van a terminar yendo a negociar porque al país le conviene evitar el default”, señaló a AP Matías Carugati, de la consultora Management Fit.
CONTRA GRIESA
Con fuertes críticas contra el juez Griesa, que había cuestionado duramente la posibilidad de que nuestro país llegue a un acuerdo tras el mensaje de la Presidenta que habló de “extorsión”, Capitanich afirmó que el levantamiento de la medida cautelar “confirma de modo claro y transparente la verdadera intencionalidad... fulminar la reestructuración de deuda más exitosa” que realizó Argentina e indicó que con esa decisión la justicia estadounidense promueve además “un sistema en donde los fondos buitre tienen incentivos” para “no negociar”.
Algunos economistas afirman que Argentina entraría en default técnico el 30 de junio en caso de no poder pagar a los bonistas reestructurados. Otros sostienen que el Gobierno cuenta con 30 días de gracia para cancelar ese pago y por eso estaría extendiendo una negociación.
EN ESPERA
Mientras, los fondos de inversión tenedores de bonos argentinos en mora que reclamaron por la vía judicial el pago íntegro de su valor, aún no han sido contactados por Argentina para dialogar sobre los pasos a seguir tras los fallos a su favor en EE UU, dijeron ayer a Efe fuentes de esas entidades.
“Todavía no se ha comenzado un diálogo con Argentina. Los abogados argentinos hicieron esa declaración ante los tribunales pero el Gobierno Cristina Kirchner todavía no nos ha contactado”, dijo ayer a la agencia de noticias española Stephen Spruiell, portavoz del despacho de abogados que representa a los fondos. Asimismo, incidieron en el hecho de que solo han sabido de las intenciones del Gobierno de Argentina a través de la rueda de prensa del jefe de Gabinete, en la que informó que de momento ninguna delegación argentina viajará a Nueva York para reunirse con el juez Griesa.
El abogado de los acreedores, Robert Cohen, criticó al letrado argentino por no aclarar en qué consiste el nuevo plan de las autoridades para afrontar la deuda, mientras que el magistrado mostró su “preocupación” porque el Estado argentino “haga con este juicio lo mismo que ha hecho hasta ahora con los anteriores: ignorarlo”.