En sus treinta años como periodista cubrió tres mundiales. Ahora publica 'Messi. Sueños deun principito'. Siempre busca el lado humano del deporte
-¿Qué nos dice en su libro de Messi que no podamos encontrar en otras partes?
-Que no es una biografía, que descubre los sueños de un tipo sencillo como es Leo y se procura acariciar el corazón de los lectores.
-'Messi. Sueños de un principito'. ¿Qué analogías encuentra entre Leo y el personaje de Saint-Exupery?
-Messi hace apología de las cosas sencillas. Como el Principito. El Principito cultiva y acaricia una flor. Leo cambia una flor por la pelota.
-Ni es el más rápido ni el más fuerte. Un físico menudo que no destaca. ¿En él todo es inteligencia?
-Leo llega un segundo y medio antes que nadie. Eso le hace ser un personaje único, un futbolista diferente.
-Cuando hizo la prueba para River le dejaron el último por pequeño. Pero después el entrenador quedó impresionado con su técnica.
-¿Y quién no quedaría impresionado con una pulga de 130 centímetros haciendo esas increíbles cosas? Leo hace maravillas ahora que está a punto de cumplir veintiséis años. Pero es que ya hacía magia con los pies con cinco, seis o diez años.
-Dice usted que Messi tiene un corazón hecho a base de golpes, palos y soledades. ¿Eso le hace invencible?
-Sí. La vida en sus inicios le fue tremendamente dura y sí, le tocó un poco las pelotas al genio.
-Era el español que iba a Argentina a jugar. ¿Le costó conquistar el corazón de sus compatriotas?
-Y le cuesta. En Argentina y por fortuna cada vez menos, cuando le quieren hinchar las narices, le llaman "gallego".
-Un genio del balón escondido en el cuerpo de un chico corriente. ¿Es esa su mejor definición?
-Más o menos. Un genio que, enfadado, le forma un lío a su rival.
-Devorador de récords. Cuatro balones de oro. Capaz de superar los 91 goles en un solo año. ¿Qué se le resiste?
-Ganar un Mundial con Argentina. Lo que seguro hará un día.
-Dice usted: "Lo que lo diferencia de Maradona es que a este la historia le regaló la oportunidad de cambiar la moral de un país deprimido tras el desastre de Las Malvinas".
-A Maradona se le apareció la Virgen.
-Eto'o se rebotó cuando le sustituyeron para que debutara Messi. ¿Adivinaba ya a quién tenía delante?
-No. Y esa fue su perdición.
-Sylvinho es el mejor amigo del argentino. Como un hermano mayor, asegura usted.
-Sí. El brasileño era como un hermano, alguien que le hablaba de las cosas sencillas de la vida. Leo lo anotaba todo. Porque nuestro personaje tiene un rasgo característico: es un tipo que escucha.
-Dígame algo de Messi que no le haya dicho a nadie.
-A veces le gustaría ser invisible, como amante de las cosas sencillas. Leo anhela hacer cola en un cine o tomar café con los amigos sin sufrir interrupciones; y, como cualquier tímido, daría lo que fuera por no ponerse rojo como un tomate cada vez que se ve obligado a hablar en público.