No hubo información oficial sobre el contenido de las conversaciones entre Francisco y Jalics, que nació en Hungría y ahora vive en un monasterio alemán.
En previas declaraciones, el papa dijo haber experimentado "un período de gran crisis interna" durante la dictadura argentina y admitió haber cometido errores.
Sin embargo, según un libro recientemente publicado por un periodista italiano, el futuro papa protegió y ayudó a huir de su país a cientos de personas perseguidas por los militares.
Asimismo, en ese libro, decenas de testimonios desmienten la presunta complicidad del actual papa con la dictadura argentina, argumento que había levantado polémica en marzo pasado, durante los primeros días de su pontificado.
Franz Jalics fue arrestado junto a otro misionero jesuita en marzo 1976 y llevado a un centro de detención de la junta, donde fue torturado antes de ser liberado cinco meses después.
Después de que en marzo la actitud del soberano pontífice, en aquella época, fuera puesta en duda, Jalics publicó una declaración en la que afirmaba que no había sido denunciado por el padre Bergoglio, ahora papa Francisco.
"Antes, creía que habíamos sido víctimas de una denuncia. Pero a finales de los años 1990, tras varias discusiones, me di cuenta de que esa sospecha era injustificada", afirmó entonces Jalics.