El Festival Libercine convierte esta semana a Buenos Aires en un escaparate internacional de producciones cinematográficas que apuestan por la diversidad sexual, pero que buscan también visualizar todo el camino que queda por recorrer para erradicar la violencia por razones de género o identidad.
Unas 150 cintas se exhiben entre el 7 y el 13 de marzo en la quinta edición del festival, que tiene como invitado especial al director estadounidense Mark Freeman, que presentará su premiado documental Trasgender Tuesdays, inédito aún en Latinoamérica.
Los argentinos Marcelo Mónaco y Marco Berger presentarán en estreno mundial Violetas, mientras que su compatriota Mónica Lairana firma el cortometraje inaugural, María, una cruda mirada sobre las redes de tráfico de mujeres y sobre la explotación a la que son sometidas.
"No fue casual, fue una decisión política", dijo a Efe el director de Libercine, Néstor Granda, sobre la selección de la cinta inaugural del festival.
"Queríamos posicionarnos por el caso de Marita Verón", explicó el director hispano-argentino, en referencia al emblemático juicio por trata de personas que el pasado diciembre generó una fuerte conmoción en Argentina por la absolución de todos los condenados en la causa.
La militancia por los derechos humanos y del colectivo Lgtb es una de las características del festival desde su génesis, hace ya cinco años, en la Universidad Nacional de Córdoba (unos 800 kilómetros al noroeste de Buenos Aires).
La pequeña muestra de 1998 se convirtió en festival dos años después y se volvió itinerante, con reediciones en distintas ciudades del país.
"Nos parece importante salir de Buenos Aires porque en las provincias pasan cosas peores, hay más discriminación, sobre todo en las norteñas, que son muy conservadoras y la Iglesia Católica tiene mucha influencia", explicó el director.
En los últimos cinco años, Argentina aprobó la ley del matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo y la ley de identidad de género, que permite a los argentinos cambiar su nombre y fotografía del DNI para adecuarlos a su identidad autopercibida.
"Se ha avanzado mucho, pero sigue existiendo homofobia y transfobia", señaló Granda tras destacar que el festival mantiene "un propósito educativo" para que se reconozcan los derechos de todas las personas.
Esta edición de Libercine cuenta con una fuerte presencia española, entre la que destacan Vicente Bonet, responsable de los cortometrajes "Love Wars" y "A cuestas con mi padre", que compiten en la sección internacional, y Javi Larrauri, director del documental "Testigos de un tiempo maldito".
La participación española se completa con César Espada, Roque Madrid, Juan Arcones, Serafín Mesa García, César Marí Soucase, Hernán Gómez, Javier de la Torre y Gorka Cornejo.
Los cineastas latinoamericanos sobresalen también en la programación del festival y participan, entre otros, el mexicano Jaime Fidalgo con Animal Within; el chileno Julio Jorquera, con Mi último round; el brasileño Marcelo Caetano, director de Na Sua companhia; el venezolano J.G. Hernández con La gran victoria y José Ignacio Correa, de Ecuador, autor del corto Jackie.
Igual que en ediciones previas, Libercine incluye también charlas y exposiciones y a lo largo de 2013 se reeditará en otras provincias argentinas.