Fernando Iglesias: "La sociedad argentina es adicta y el Peronismo …

El pernonismo genera atraso, el atraso genera frustración; la frustración genera peronismo". Sin anestesia, así arranca el libro de Fernando Iglesias, "Es el peronismo, estúpido", en el que analiza el período histórico que va desde la década del 40 hasta nuestros días, señalando continuidades y desaciertos del partido de masas que mayor tiempo retuvo el poder en la Argentina.

Tiene una formación polifacética: estudió Educación Física y luego hizo un posgrado en Globalización; fue entrenador deportivo, voluntario en la Guerra de Malvinas, bailarín de tango, camionero, periodista y profesor universitario; pero una de las facetas que más lo destaca es la de político y escritor. Fue diputado porteño por la Coalición Cívica entre 2007 y 2011, uno de los fundadores del movimiento Democracia Global, y es autor de numerosos libros. Entre ellos, "Twin Towers, el colapso de los Estados Nacionales" (2006) y "La Cuestión Malvinas" (2012). Para hablar del último, dedicado al Peronismo, Iglesias cita a 3Días en su oficina, ubicada estratégicamente en un pasaje del barrio de Once que se parece mucho a una calle de París.

¿Qué te llevó a escribir este libro?

- La indignación de ver a un país en decadencia, donde hace más de un cuarto de siglo gobierna un partido con resultados deplorables. Cada vez hay más pobres, la infraestructura se cae a pedazos, un tercio de los trabajadores en negro y un cuarto de los jóvenes que no estudia ni trabaja. Y, a pesar de eso, el candidato oficial del partido que armó todo esto es el que más chance tiene de llegar a la presidencia.

¿Cuál es tu hipótesis, creés que el peronismo es el culpable de los males de la Argentina?

- Sí, y creo que todos los gobiernos peronistas, del propio Perón hasta el Kirchnerismo, empezaron con una fiesta de consumo popular, y terminaron con crisis social y más pobreza. Hubo una fiesta del 46 al 49, en el 50 se terminó y en el 55 vino el golpe. Después otra fiesta con Cámpora en el 73. En el 75 tuvimos el Rodrigazo y, por primera vez en la historia, la pobreza aumentó un 50% en un año. En los 90, otra vez fiesta con Menem y la pagamos con la crisis del 2001. Y este boom de consumo, ¿quiénes lo pagamos? Los trabajadores con el IVA, y ganancias; y el campo y la producción, que están ahogados por los impuestos.

Pero también hay ciclos económicos, ningún país crece en forma ininterrumpida...

- Efectimamente. Y los peores ciclos económicos no los tuvo el Peronismo sino el Radicalismo y la Alizanza. Los dos intentos de salir de la hegemonía peronista terminaron en desastre. Los picos en los términos del intercambio, cuando la Argentina recibía más por lo que exportaba, se dieron durante los gobiernos peronistas. Sin embargo, la década del 80 fue la década perdida y le tocó al radicalismo. Y en 2001 no explotó todo por culpa de la Alianza, sino por la herencia de Menem.

¿Por qué decís que el Kirchnerismo es la etapa superior del Peronismo?

- Porque muchos peronistas buenos como Julio Bárbaro dicen que esto de la intolerancia y la confrontación son cosas del Kirchnerismo. Pero yo, en mi libro, muestro que esto ya lo había inventado Perón. Los Kirchner sacaron una Ley de Medios para destruír a Clarín, pero Perón la hizo más fácil. Directamente expropió el diario La Prensa y se lo dió a la CGT. Y cuando llegó al gobierno, descabezó a la Corte Suprema porque había legitimado los golpes de 1930 y 1945. ¡Pero Perón había participado en ambos! La tapa de mi libro muestra a un joven Capitán Perón al lado de José Evaristo Uriburu, quien daría el primer golpe militar de nuestra historia... Además, durante el Peronismo, se torturaba a opositores, había listas negras y muchos artistas se tuvieron que ir del país.

Tu crítica virulenta al Peronismo, ¿no es un poco gorila?

- Yo no soy gorila ni antiperonista. Soy anticorrupción, antiautoritarismo y antimafia. Y, si el Peronismo se transformó en el emblema de la corrupción, el autoritarismo y la mafia, no es mi culpa.

¿Y qué alternativa proponés?

- Pasa que la sociedad argentina es adictta y el Peronismo es la droga. Tendríamos que dejar pasar cuatro años sin drogarnos y elegir un partido normal. Uno que cuando está en el poder no saquea y cuando está en la oposición no organiza saqueos.

¿Quién encarna esa opción, Massa, Macri?

- Massa no. Ni siquiera es opositor. Si llegara a ganar, a los dos minutos está cerrando un acuerdo con Aníbal (Fernández) y los barones del conurbano, y ya sabemos cómo manejan esos muchachos la provincia. La inundaron de agua y de droga. Macri, en cambio, hizo un gobierno razonable en la ciudad y podría renovar un poco la política.

¿Y a Scioli cómo lo ves, te parece un típico peronista?

- El Peronismo siempre tuvo una combinación de cinismo con fanatismo. Perón era cínico y Evita fanática. Néstor era cínico y Cristina fanática. El PJ es cínico y la Cámpora es fanática. Scioli es cínico y Zanini fanático. Los cínicos nos llevan a México, donde el poder político está condicionado por el crimen organizado. Y los fanáticos a Venezuela, donde las libertades civiles son destruídas.

¿Cuál es la salida entonces?

- Un gobierno que solucione los problemas que deja el peronismo.

¿Entonces el próximo presidente tiene que revertir lo que hizo este gobierno?

- ¡Pero si no hicieron nada! Las leyes más progresistas como la Asignación Universal por Hijo y el matrimonio igualitario eran proyectos de la oposición, y la reindustrialización es un mito. La participación de la industria en el PBI no pasa del 18% desde la década del 90. Sin embargo, convencen a todos con un relato que es un verso.

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