Macri, su esposa y la Vicepresidenta Gabriela Michetti en un balcón de la Casa Rosada.
A Jorge Remes Lenicov le tocó la ardua tarea de tomar las riendas económicas de Argentina en uno de los peores momentos de la historia reciente. Tras la renuncia abrupta de Fernando de la Rúa en diciembre de 2001, en medio de una grave crisis política, económica y social, Eduardo Duhalde asumió la jefatura de Estado en enero de 2002 y llamó a Remes Lenicov para hacerse cargo del Ministerio de Economía. Estuvo en esa cartera cuatro meses, que resultaron claves para comenzar a aplacar la tormenta.
Desde ahí tomó medidas controvertidas como derogar la Ley de Convertibilidad, pesificar la economía, pasar a pesos los depósitos en dólares, congelar las tarifas de los servicios públicos privatizados y aplicar impuestos a las exportaciones. La economía dejó de caer en marzo de 2002 y en abril comenzó a crecer, pero el costo político asumido por Remes Lenicov fue altísimo y a fines de ese mes presentó su renuncia.
Hoy, tras ser embajador argentino ante la Unión Europea entre 2002 y 2011, está dedicado a la actividad universitaria, a dar conferencias y escribir artículos. Desde esa posición de observador, analizó en esta entrevista con La Tercera las decisiones y los desafíos económicos del gobierno de Mauricio Macri.
¿El perfil del gabinete nombrado por Macri es técnico o “gerencial”?
El gabinete económico es gente muy bien preparada, que reconoce los problemas macroeconómicos que tiene Argentina y entiende el funcionamiento de la economía como lo entienden los economistas de los países que funcionan. Yo diría que se abre una muy buena etapa para la economía argentina porque los ministros designados cumplen una condición necesaria, que es saber. Después viene la condición suficiente que son la implementación de las medidas y los acuerdos políticos, pero eso lo sabremos a partir de ahora.
¿Qué le parece que Macri no tenga ministro de Economía?
No me gusta. Lo que hay aquí es un gabinete económico, donde está el ministro Hacienda y Finanzas (que es el viejo ministro de Economía), de Trabajo, de Producción, de Transporte y de Energía. Ahora, en un momento de crisis, de turbulencias, yo hubiera preferido un contacto más directo con el Presidente, porque el gabinete económico que está integrado por seis ministros, va a ser coordinado por el vicejefe de Gabinete. Vamos a suponer que ante una emergencia se reúnen los ministros, no se ponen de acuerdo, y ahí están el problema de quién lauda. En el supuesto caso que se pongan de acuerdo, el vicejefe de Gabinete tiene que hablar con el jefe de Gabinete, y este con el Presidente, con lo cual… A mí me hubiera gustado más un Ministerio de Economía al viejo estilo.
Usted decía que Argentina está en un período de crisis, de turbulencias. ¿Cree que esos problemas pueden solucionarse en el corto-mediano plazo?
Los problemas en economía siempre son solucionables. Es muy difícil decir en cuánto tiempo, pero volver a restablecer los equilibrios macroeconómicos, darle nuevamente prevalencia a la inversión y a las exportaciones que han estado muy detenidas en los últimos años, reducir la inflación y cambiar algunos precios relativos como el tipo de cambio y las tarifas, muchos de ellos llevan un par de años. El déficit fiscal con que termina el gobierno saliente es del 8% y esa cifra no se baja de un día para otros. La inflación es entre un 25%-28% y eso llevará dos o tres años para llevarla a un dígito. Creo que ir resolviendo la macro llevará un par de años, mientras que volver a crecer -Argentina hace cuatro años está estancada- eso puede empezar antes, según cuál sea el programa posiblemente del segundo semestre. Porque el primer semestre me lo imagino con ciertas turbulencias. Son muchos los temas que hay que arreglar.
Se habla de crisis, pero no es la misma crisis que le tocó enfrentar a usted en 2002…
No, no. Esta es menos mala. Aquella era una crisis mucho más profunda, porque la economía estaba muy dolarizada, había muchas presiones políticas por ir al dólar, los bancos estaban quebrados, estaba el corralito, había cuasimonedas, estaba el default de la deuda pública, veníamos de tres años de depresión, estábamos muy recomplicados. Ahora estamos complicados porque son varios los temas de la macro, pero es más manejable.
¿Se necesitan medidas rápidas o progresivas? ¿Es conveniente levantar el cepo hoy mismo?
Hay temas y temas. La cuestión cambiaria, con esto me refiero al nivel del tipo de cambio, eso debería hacerlo lo más rápido posible. Creo que rápidamente hay que unificarlo y de una vez. El resto es más gradual. El cepo no se puede abrir en forma inmediata porque no hay reservas. Más allá de que Macri lo haya dicho en campaña electoral.
¿Macri enfrentará complicaciones para su gestión por no contar con una mayoría en el Congreso?
Ese punto es muy relevante. Efectivamente en el Senado, el antiguo oficialismo tiene mayoría y la va a mantener. En la Cámara de Diputados, haciendo una alianza con una parte del peronismo, se podría llegar a conseguir mayoría. En ese sentido está bien lo que se ha planteado para los primeros días. Primero hacer un acuerdo fiscal con los gobernadores. No olvidemos que muchos senadores dependen políticamente de los gobernadores. Eso le puede dar cobertura en el Senado. Y lo segundo que están planteando es algún consenso para los primeros meses entre empresarios y trabajadores, para ir definiendo precios y salarios, lo cual me parece desde el punto de vista político como una idea interesante.