Estrenan documental sobre misiones cubanas en Argentina

Buenos Aires.- El día que el Che estuvo en Gan Gan es un filme documental de María Torrellas y Mónica Simoncini estrenado en Buenos Aires sobre las misiones cubanas médicas y alfabetizadoras en la Patagonia argentina.

La película, estrenada anoche a sala llena del céntrico cine Gaumont, relata el reciente viaje que la doctora Aleida Guevara, hija del guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara, realizara con una brigada de médicos argentinos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina, a una pequeña localidad habitada por indígenas mapuche, en plena meseta patagónica.

En Gan Gan, Aleida Guevara, puso en práctica junto a jóvenes argentinos su experiencia como médica, a través de una serie de visitas, casa por casa, para detectar personas afectadas por cataratas o pterigium.

Además, se realizó un levantamiento sobre casos de diabetes e hipertensión, y los detectados fueron remitidos al hospital de la localidad, con el cual trabajaron en conjunto los jóvenes médicos.

Otro componente de la brigada hizo un estudio sobre el grado de analfabetismo que podía haber en la zona.

Carlos Aznarez, director de la publicación Resumen Latinoamericano, uno de los productores de la cinta junto a Mascaró Cine, dijo a Prensa Latina que el documental será enviado a Cuba próximamente, para su exhibición en la isla.

El filme ofrece testimonios de los médicos graduados en Cuba, quienes además de agradecer las enseñanzas recibidas en la Isla, ponen el acento en el rol fundamental de impulsar misiones dirigidas a ayudar y proteger a personas de bajos recursos económicos o directamente condenados a la exclusión.

También destaca el papel de las Misiones Cubanas en Argentina y la Fundación Un Mundo Mejor es Posible, que coordina las actividades médicas de la Clínica Doctor Ernesto Guevara, y el programa cubano de alfabetización Yo, sí puedo.   

En esa clínica, inaugurada en 2009, se han operado más de tres mil 600 pacientes de cataratas y pterigium, mientras a través del Yo, sí puedo más de 24 mil argentinos pobres aprendieron a leer y escribir.

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