En el año 2010, Argentina emitió una Orden Internacional de Detención por un delito de homicidio contra Juan Mauricio Q.I., difundida a través de Interpol para su búsqueda, detención y extradición.
Este individuo estaba acusado ser el autor de un homicidio cometido en 2007 en Argentina, al haber asesinado con una arma blanca al argentino Santiago P., a raíz de un episodio de celos producido por tener la víctima una relación sentimental con la ex pareja del acusado.
La Guardia Civil pudo descubrir que el individuo había trabajado bajo otro nombre en diversos locales de hostelería en los últimos años en España.
Reconstruyendo el rastro de sus actividades laborales, se lograron obtener datos sobre su entorno social de amistades, averiguándose que, junto con varias de estas personas, se dedicaba a la venta ambulante en distintas ferias y mercados medievales celebrados en la comunidad autónoma valenciana y otras partes de España.
El detenido había conseguido integrarse en España y llevar una vida social activa en la que la práctica totalidad de su círculo de amistades desconocía su relación con los hechos por los que era buscado por Argentina.
Finalmente, su domicilio fue localizado en una zona rural a las afueras de la ciudad de Villareal (Castellón), procediéndose a su detención y el inicio de su proceso de extradición a Argentina.
También, a finales del verano de 2015, Venezuela emitió una Orden Internacional de Detención por un delito de homicidio contra Eduardo Enrique E.R.
Este individuo estaba acusado ser el autor de un homicidio en 2009 en aquel país, al haber matado a su entonces novia Grociennys Jhoana M.M.
Según Venezuela, estaba considerado como un individuo violento, armado y peligroso.
Tras realizar las primeras indagaciones, se comprobó que al huido le constaban en años pasados antecedentes por violencia machista en la provincia de Barcelona y en las Islas Baleares, a raíz de denuncias, por injurias y lesiones, presentadas por otra ciudadana venezolana afincada en España con la que venía manteniendo una relación estable.
Durante la investigación se averiguó que el huido seguía manteniendo una relación sentimental y de convivencia con la venezolana que le había denunciado años atrás en España por violencia de género, no existiendo ya en vigor ninguna medida cautelar de alejamiento sobre ella.