Ariel Molfino tiene 33 años, es de City Bell pero desde hace unos meses se mudó a Uruguay y tiene un sueño: seguir a la Argentina en el Mundial abordo de su Vespa `57.
Con una marcha de 65 kilómetros por hora, un bidón con combustible, algunos repuestos, un pequeño bolso y una carpa, `Molfi, fan de la Selección Argentina de Fútbol, proyecta llegar a Brasil con su moto Vespa ´57.
El viaje que emprenderá de manera solitaria en unos pocos días, lo enfrentará al desafío de recorrer unos 6300 kilómetros en los que sus principales aliados serán otros motoqueros que comparten con él la pasión por esas scooters italianas.
Desde diciembre pasado vive y trabaja en Punta del Diablo, Uruguay. Si bien siempre le llamaron la atención las motos, su amor por las Vespas se despertó a los 29, un año después de dejar de jugar al rugby en el club Albatros. “Me compré una moto y me sirvió para hacer el duelo por mi alejamiento del rugby; llegué a tener tres a la vez y las alternaba para ir a trabajar a la oficina desde City Bell a La Plata”, asegura.
En una de esas tantas charlas compartidas y con la experiencia de haber realizado 2.500 km el año pasado por Argentina y Uruguay, Ariel contó que le gustaría ir a Brasil en moto para alentar a la Selección Argentina y una vez más el grupo de motoqueros tejió el entramado para que ese sueño se concretara.
De acuerdo a los cálculos del viajero, el itinerario dependerá del rendimiento de la Selección, le llevará un mes y medio y le costará unos 1500 dólares, previendo gastos de combustible y alimentos. Entre su equipaje que no excederá los 20 kilos, prevé llevar poca ropa, una carpa iglú, el "infaltable" equipo de mate, algunas herramientas y unas postales diseñadas en base a fotos propias que espera vender para financiarse el viaje cuando su presupuesto comience a flaquear