Buenos Aires, EFE
El gobierno argentino convocó a la embajadora de Israel, Dorit Shavit, para exigir garantías por la vida del sacerdote argentino Jorge Hernández y de las más de 40 personas que están a su cargo en la parroquia Sagrada Familia, ubicada en la franja de Gaza y atacada hace pocos días.
A través de un comunicado, la cancillería argentina expresó su preocupación por la grave situación por la que atraviesa el sacerdote argentino, a cargo de 30 niños discapacitados, además de un grupo de 9 ancianos y 6 monjas en la franja de Gaza.
En la nota se dio a conocer que el pasado lunes, la cartera argentina advirtió al gobierno de Israel que "lo hacía responsable de la integridad física del ciudadano argentino, así como de los niños y adultos a su cargo asistidos por el sacerdote en su misión religiosa y humanitaria".
"El agravamiento de la situación de dichas personas tendría serias consecuencias en la relación bilateral", alertó el ministerio argentino.
El canciller, Héctor Timermán, convocó a la representante diplomática para reiterar al gobierno israelí que además de garantizar la seguridad de las personas a cargo del padre Hernández asegure que la parroquia de la Sagrada Familia vuelva a contar con suministros de alimentos, electricidad y agua potable.
"Desde el primer día del conflicto armado en la franja de Gaza, el gobierno argentino ha actuado en pos de un inmediato cese de todo ataque militar contra civiles, especialmente niños y ancianos", detalló el comunicado, destacando su posición como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Israel y Hamas han intensificado los ataques después de más de tres semanas de combates, durante las cuales se han cobrado la vida de 1.300 palestinos y más de medio centenar de israelíes.
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