El perfil empresarial del nuevo gabinete argentino

MAÑANA, a las 6 y media de la tarde, Mauricio Macri llegará hasta el centro de eventos Golden Center, en Buenos Aires, para asistir a la Conferencia Industrial Argentina. Será uno de los primeros actos a los que asistirá el nuevo presidente argentino, tras haber recibido el jueves pasado la banda presidencial en la Casa Rosada. Y sus palabras serán las últimas de una jornada donde está previsto que participen los nuevos ministros de Hacienda, Alfonso Prat Gay; Producción, Francisco Cabrera;  Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, e Interior, Rogelio Frigerio. Ocasión que no sólo permitirá fijar los primeros lineamientos de la nueva etapa que se inicia en Argentina, sino también marcar un giro en la compleja relación que mantuvo parte del empresariado transandino con la Casa Rosada durante los 12 años de gobiernos kirchneristas.

A su favor, el nuevo mandatario tiene el apoyo expreso que recibió  de los principales dirigentes del mundo empresarial. “Macri es más preciso y sólido ( que el candidato oficialista Daniel Scioli)”, dijo durante la campaña el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, mientras que el jueves pasado, tras la asunción, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), a través de un comunicado, expresó su “esperanza renovada” sobre la nueva etapa que se inicia en el país. Pero, además, Macri cuenta con la cercanía que existe entre un número importante de los miembros de su gabinete  y el mundo empresarial. Al menos 12 de los 23 ministros se formaron en el mundo privado, y a ellos se suman los dos coordinadores del área económica de la jefatura de gabinete, Gustavo Lopetegui (ex CEO de Lan Argentina) y Mario Quintana (ex presidente de la empresa Farmacity).

La premisa del nuevo gabinete es terminar con los criterios políticos en la gestión de los fondos públicos y lograr una mayor eficiencia en la asignación de recursos públicos, según ha precisado el propio mandatario.  Pero también se busca aprovechar el know how empresarial para afrontar el elevado déficit fiscal que deja el gobierno de Cristina Fernández, eliminar los gastos ociosos vinculados al clientelismo y restablecer las fuentes de financiamiento externo que se perdieron durante los años del kirchnerismo. “Para el nuevo presidente, política es gestión”, asegura el columnista transandino Carlos Pagni, una inclinación propicia, según él, para enfrentar “el actual momento” que vive el país y la necesidad de corregir “la mala praxis” económica del kirchnerismo. “La apuesta inicial de Macri es legitimarse con un éxito administrativo”, asegura.

A la cabeza de ese equipo con el que apuesta cumplir el objetivo, el mandatario transandino colocó a Alfonso Prat Gay. Si bien es uno de los que más recorrido político tiene entre los miembros del gabinete económico y su gestión como presidente del Banco Central transandino entre 2002 y 2004 fue decisiva para ayudar al país a salir de la crisis de 2001, posee también una trayectoria importante en el mundo privado. Tras obtener un máster en Economía en la Universidad de Pennsylvania, trabajó durante siete años en JP Morgan y en 2005 fundó Tilton Capital, una administradora de fondos, junto a su amigo Pedro Lacoste, quien lo secundara en el Ministerio de Hacienda. El nombre de la empresa entrega una clave sobre el perfil económico de Prat Gay: Tilton se llamaba la casa de campo de John Maynard Keynes.

Francisco Adolfo Cabrera, el nuevo ministro de Producción, que integra el equipo económico del gobierno de Macri,  tiene también un largo historial en el mundo privado. Fundador y presidente de la administradora  de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP) Máxima, trabajó luego en HSBC Holding y entre 2002 y 2007, durante los primeros años del kirchnerismo, fue director ejecutivo del diario La Nación. Ingeniero eléctrico de la Universidad de Mendoza, su relación política con Macri se remonta a 2007, cuando el actual mandatario transandino lo llamó a colaborar en el gobierno de Buenos Aires.

Esa tendencia se repite en el Ministerio de Transportes, que será encabezado por Guillermo Dietrich, miembro de la familia propietaria de la mayor concesionarias de automóviles de Argentina, donde trabajó durante más de 20 años, y en el nuevo titular de Energía, Juan José Aranguren, que fue presidente de Shell  Argentina. Aranguren trabajó en esa empresa  durante más de 35 años. Incluso, de los ministros que integran el actual equipo económico de Macri es el único que se enfrentó directamente con el gobierno de Néstor Kirchner por la política de precios aplicada en el sector energético. La disputa culminó en la justicia, luego que el gobierno acusara a Shell de desabastecimiento de combustible. La compañía ganó finalmente el caso en 2011.

Según Carlos Pagni, el perfil gerencial y la “cultura corporativa” son los principales rasgos del actual equipo de gobierno. “Si Macri es el primer ingeniero en llegar a la presidencia, Susana Malcorra es la primera ingeniera en ocupar la Cancillería”. Malcorra era hasta hace un par de semanas la jefa de gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cargo que le permitió no sólo estrechar relaciones con el actual canciller Heraldo Muñoz -cuando éste estaba en Nueva York-, sino también con la Presidenta Michelle Bachelet. Pero el origen de Malcorra no es el mundo de la burocracia internacional, sino la empresa privada. Esta ingeniera eléctrica de la Universidad de Rosario trabajó durante 14 años en IBM, para luego incorporarse a Telecom Argentina en 1993, antes de pasar a la ONU.

Con reconocidas trayectorias profesionales, la mayoría de los miembros del equipo ministerial de Macri se formó  en universidades argentinas. Entre las excepciones está Aranguren, que tiene estudios en el MIT, y Prat Gay, en la U. de Pennsylvania. “Es gente muy bien preparada, que entiende el funcionamiento de la economía de los países que funcionan”, señaló el ex ministro de Economía argentino Jorge Remes Lenicov.

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