El papa Benedicto XVI inauguró el domingo, con la celebración de una solemne misa en la plaza de San Pedro, el sínodo sobre la "nueva evangelización", que reúne a 262 arzobispos, obispos, superiores generales de congregaciones y patriarcas llegados de todo el mundo.
Desde la plaza de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, el Papa recordó que el Concilio Vaticano II, inaugurado hace 50 años, fue la "expresión más universal y el impulso más autorizado" del dinamismo espiritual y pastoral del siglo XX.
Su aniversario se celebrará el jueves, al mismo tiempo que se inaugura el "Año de la Fe".
Al principio de la ceremonia, Benedicto XVI proclamó dos nuevos Doctores de la Iglesia. Ambos, teólogos admirados por sus ideas y actores de la evangelización en su época, eran ya santos: el español Juan de Ávila (1499-1569) y la alemana Hildegarda de Bingen (1098-1179).
Este sínodo de tres semanas de duración es una de las grandes prioridades del Papa: tratará de encontrar los medios para anunciar el Evangelio en países tradicionalmente cristianos, donde los fieles se alejan de las iglesias.