El Obelisco de Buenos Aires perdió su punta

El tráfico fue más lento que de costumbre este lunes en el centro de Buenos Aires, cuando los conductores de los vehículos pasaron muy lento por su avenida más ancha para constatar que el Obelisco, ícono de la capital argentina, efectivamente perdió su punta.

La punta al cielo del monumento más emblemático de la ciudad porteña apareció el domingo en la explanada del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), a cuatro kilómetros de su lugar original, y con la posibilidad de entrar y mirar por las ventanas como si estuviera de verdad a 70 metros de altura.

Se trata de la intervención "La democracia del símbolo", primera obra "site-specific" de Leandro Erlich, un artista conceptual argentino, que tomó este ícono como eje central de un proyecto de arte público monumental.

"La relación de las ciudades con los monumentos y con lo que significa visitarlos, tiene que ver con la apropiación, con el orgullo, con la pertenencia. Y el Obelisco en Argentina es un monumento que nunca ha sido pensado para ser visitado"

La intervención artística realizada por Erlich, consiste en tapar su punta con una estructura de hierro con un revestimiento similar al hormigón del monumento de 67,5 metros, en el marco de la celebración del cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires. Con su intervención, el arista busca crear la ilusión de que alguien retiró el ápice, según cuenta El País de Madrid.

"Me interesa generar proyectos en los que el arte escape a las fronteras de los centros convencionales de exhibición y se imbrique en el orden de lo cotidiano", explicó el artista en un comunicado divulgado por el Malba.

Según Erlich "la relación de las ciudades con los monumentos y con lo que significa visitarlos, porque no solo lo hacen los turistas; tiene que ver con la apropiación, con el orgullo, con la pertenencia. Y el Obelisco en Argentina es un monumento que nunca ha sido pensado para ser visitado", agregó.

Es por esta razón, y gracias a un efecto visual que hace ver el Obelisco terminado de forma plana, que Leandro Erlich se obsesionó con ofrecer la posibilidad de visitar su interior y descubrir su vista aérea por primera vez desde su fundación en 1936.

Aunque fue construido para no ser visitado, la punta del Obelisco tiene una ventana y es precisamente esa supuesta vista que recrea Erlich con filmaciones muy realistas como si se estuviera en un día despejado a 70 metros de altura, en el cruce de las avenidas 9 de Julio y Corrientes de Buenos Aires.

La exposición de "La democracia del símbolo" se extenderá hasta marzo en el museo Malba.

Fuente: Agencias

Leave a Reply