El juego de la copa

No hay mañana.
El comienzo de las Eliminatorias, tan próximo, no conmueve a nadie; el Mundial de Rusia queda demasiado lejos. Y por más que los dos planteles estén conformados en su mayoría por jugadores menores de 30 años, nada será igual después de la final de esta tarde en el estadio Nacional de Santiago. Si saber quién ganará es imposible, al menos se puede especular sobre las cinco claves que sobrevolarán un partido único.

◆ Presiones dispares. Por diferentes motivos, Argentina y Chile concentran toneladas de peso sobre sus espaldas. Esta Selección de Tata Martino heredó 22 años de sequía en títulos, un lapso asombroso de acuerdo al potencial de sus últimas generaciones de futbolistas. “Esta mañana nos miramos y le dije a Leo: ‘Todavía falta un día’”, contó Kun Agüero ayer su diálogo con su compañero de habitación. Por más experiencia que tengan estos jugadores, nada se compara a una final. ¿Y cómo harán los chilenos para que el deseo de levantar un trofeo que nunca ganaron no se los trague? Hoy caminarán por un terreno desconocido. Los espera una olla a presión.

◆ Vértigo vs. pausa. Los dos entrenadores asumieron ayer que más allá de detalles tácticos, no cambiarán la estrategia. Saldrán a atacar. Chile explotará la electricidad del juego por las bandas, sin tomarse demasiado tiempo excepto cuando interviene Jorge Valdivia, su jugador más cerebral. Y rezará para que aparezca en toda su dimensión Alexis Sánchez, su apagada estrella. Argentina organizará su juego ofensivo en torno a la sociedad Messi-Pastore, una dupla que se puede pasar el mando indistintamente durante el partido.

◆ Peligro, Messi. La prensa local da por sentado que Chile jugará con tres defensores centrales, una idea orientada hacia lo más difícil: neutralizar a Messi. En esa tarea el rol principal lo cumplirá Gary Medel, un perro de presa. Para darse ánimo, los diarios escribieron sobre un partido en el que Medel “paró” a Messi en un Sevilla-Barcelona. El problema será si la manta le queda corta: centrarse en el 10 abrirá flancos a los demás; dejarlo solo a Medel en esa tarea, un riesgo inadmisible.

◆ El valor de los llegadores. Chile mantiene su costumbre de sumar jugadores defensivos en función ofensiva. A Isla hoy se le acoplará Beausejour por el otro lado: dos laterales con largo recorrido. Y Aránguiz pisa el área de enfrente. Y hasta Medel, que hizo un gol como 9 contra Bolivia. La Selección pone siempre en plan ataque a Zabaleta y a Rojo, además de los cuatro fuori clase.

◆ Los goleadores. Eduardo Vargas remedió su floja temporada en Inglaterra en esta Copa: marcó cuatro goles, los últimos dos decisivos para llegar a la final. Hoy tendrá un duelo particular con Nicolás Otamendi, un duro en el uno contra uno. A Agüero no se lo notó demasiado la incomodidad de jugar entre los centrales, una posición diferente a la que ocupa en el Manchester City: tiene tres tantos. Podrían ser más, si no fuera por Martino: “Me pidió uno contra Uruguay y cumplí. Si me pedía dos...”, sonrió ayer.

Leave a Reply