El gobierno de China está dispuesto a instalar capitales en Argentina, más allá de la financiación en infraestructura. Apunta a la inversión en agro y en proyectos industriales. Así lo señaló el consejero comercial de la embajada china en el país, Zhai Chengyu.
“El potencial de las relaciones comerciales y económicas bilaterales todavía no se refleja”, dijo Zhai, quien describió que Argentina participa con el 0,2% en las importaciones totales de China. “Si lograra cubrir el 1 por ciento, esto representaría un tercio de las exportaciones anuales argentinas a todos sus mercados”, definió al hablar en un foro sobre la temática organizado por el ICBC.
El diplomático destacó la mejora en las relaciones desde los estrechos lazos que establecieron los presidentes Cristina Fernández y Xi Jinping, y aunque reconoció que la crisis internacional afectó la balanza bilateral con una caída de 3% en 2014, calificó como “estimulante” que en los primeros siete meses de este año el intercambio creciera 7%.
Argentina fue uno de los pocos mercados con los que el comercio del país asiático evolucionó en ese lapso.
Inversión. Pero el funcionario puso el acento en la intención y la disponibilidad de capitales chinos para instalarse en Argentina. Dijo que a fines de 2014 sumaban 88.000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), principalmente en infraestructura.
“Esperamos que vengan más empresas a invertir”, en especial en el sector agrícola, dijo, aunque también relevó el plan industrial 2025 por el que el gobierno de Beijing impulsa a sus compañías a invertir en el exterior.
Zhai resaltó que China tiene 3,5 billones de dólares en reservas, lo que se traduce en “muchos fondos e interés para financiamiento”, y alentó a recurrir al paquete de créditos para América latina por 10.000 millones de dólares, de los “que queda mucho sin usar”, señaló.
“China quiere un desarrollo rápido y equilibrado de las relaciones comerciales con Argentina y que las empresas chinas inviertan aquí”, para lo cual es necesario utilizar los mecanismos de diálogo existentes, crear nuevos, fomentar las actividades de promoción comercial, como la participación en ferias, seminarios, jornadas, foros, misiones comerciales y un acuerdo de libre comercio”.
Política comercial. En cuanto a la posibilidad de un TLC bilateral, que “ayudaría mucho a las relaciones económicas y comerciales”, según evaluó a partir de la experiencia con Chile, Zhai reconoció las dificultades que existen al respecto en el Mercosur pero consideró que los empresarios “pueden empujar para que al menos se haga un estudio de factibilidad”.
Además, el diplomático instó a actualizar el acuerdo de protección recíproca de inversiones, que tiene más de 20 años, a continuar impulsando un acuerdo para evitar la doble tributación y a fomentar la cooperación financiera.
Del debate también participó el director ejecutivo de la Cámara de Comercio Argentino China, Ernesto Fernández Taboada, quien explicó que dada la composición de las importaciones totales del país asiático, “hay una amplia ventana para que entren no sólo alimentos”.
Negocios potenciales. Entre los mercados que tiene potencial poco explotado figuran los vinos, pollos, quesos, leche, maquinarias, artículos de lujo, lanas, cueros, residuos PET, boratos, genética bovina, caballos de polo, ropa de mujer de alto diseño, cosméticos, software y turismo.
El jefe de Comercialización de granos y aceites de Cargill, Pablo Muck, también expositor en el foro, reseñó el salto de las compras de soja de China en los últimos 15 años, a partir de un “masivo crecimiento de la capacidad de procesamiento”, que llevó a este mercado de importar 10 millones de toneladas en 2000 a 80 millones este año. Un 50% lo abastece Brasil, 25% Estados Unidos y el resto Argentina.
Sin embargo, explicó que se vienen produciendo cambios en los hábitos de alimentación de la población china, como la incorporación del aceite de oliva o el consumo creciente de carne vacuna, que hoy llega a 120 kilos por persona.
“Vamos a tener un crecimiento más pequeño en el comercio por la crisis, pero la demanda de alimentos que China no puede proveerse llegó para quedarse”, concluyó el ejecutivo.
Kiguel
El economista Miguel Kiguel resaltó que Argentina sigue teniendo atractivo para las inversiones por sus recursos naturales, como los hidrocarburos, el litio y el potasio, y consideró que el agro “tiene un potencial enorme”. En relación al comercio con China, destacó que en 15 años el crecimiento de las exportaciones se sustentó en la soja.