El futuro arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, visitó ayer la cárcel …

 
El futuro arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, visitó ayer la cárcel de Santa Rosa. Foto: Gentileza La Arena

Tras una fría y descolocada reacción inicial, el gobierno de Cristina Kirchner viró bruscamente su estrategia y avanzó en un intento de acercarse a los obispos y de mostrar euforia ante el sorprendente ascenso de un argentino al trono de Pedro.

El Vaticano confirmó ayer que Poli es el sucesor del cardenal Bergoglio en la Arquidiócesis de Buenos Aires. La noticia había sido filtrada el día anterior por el Gobierno, lo que había despertado malestar en la curia. Como es de práctica, ayer se comunicó en forma simultánea en Roma y en Buenos Aires. Aquí lo hizo el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, a través de la agencia católica AICA.

"Damos gracias por la prontitud y providencialidad de esta designación que una vez más pone de manifiesto el amor del Santo Padre hacia la Iglesia peregrina en Buenos Aires", informó el Arzobispado. El ministerio de Poli, de 65 años, se iniciará el 20 de abril, a las 16.

Amigo y antiguo colaborador de Bergoglio como obispo auxiliar entre 2002 y 2008, Poli es de andar lento y de pocas palabras, aunque alzó su voz frente a las injusticias y cuestiones contrarias a la doctrina de la Iglesia como el aborto o el matrimonio igualitario.

Ayer no dejó pasar el giro de la Presidenta a partir del cambio en el Vaticano. Así, manifestó que la relación con el gobierno nacional se planteará con respeto, pero también con la "debida distancia y diferencia". Y añadió: "Somos dos cosas distintas".

Ante la prensa local, continuó: "La cercanía con la gente también nos hace pensar y podemos decir cosas". Era en referencia a las diferencias y distanciamientos que tuvo Bergoglio en su momento con el ex presidente Néstor Kirchner por las críticas que lanzaba desde los altares.

Relató luego que la llamada telefónica en la cual le avisaron que Bergoglio lo quería como sucesor en el Arzobispado de Buenos Aires lo tomó por "sorpresa" y le causó "perplejidad y asombro".

Comparó luego su situación con la de Bergoglio, cuando los periodistas pampeanos le preguntaron cómo se sentía de tener que irse. "No tengo razones de peso para decir que no, no es una razón suficiente que esté contento acá, él estaba contento en Buenos Aires y lo eligieron papa y se quedó allá y no pudo volver", explicó, antes de mostrarse nostálgico: "Soy porteño, quiero a Buenos Aires, porque cada uno tiene su ciudad, pero el corazoncito queda acá porque me gustan mucho La Pampa y los pampeanos, hay gente muy buena y he aprendido mucho de la gente sencilla, y voy a Buenos Aires a gastar los años que me quedan".

Sobre la responsabilidad que tendrá a partir de ahora, Poli señaló que "siempre los arzobispos han tenido una actitud pastoral, la mitad de la población vive en barrios pobres y villas, donde el cardenal reforzó la presencia de los curas, asistía mucho a las celebraciones".

Además, defendió a Bergoglio sobre las acusaciones por su papel en tiempos de la última dictadura militar: "Es un despecho continuo, hay gente que no acepta, por otro lado, la virtud de la justicia, porque el actual papa tuvo que comparecer en un juicio y fue exonerado. El Papa no tuvo nada que ver con eso".

Poli es un teólogo e historiador convencido, al igual que su antecesor en Buenos Aires, de que la Iglesia tiene que salir al encuentro de los más necesitados material y espiritualmente, mediante una tarea misionera permanente. Se formó en servicio social en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Llegó a la diócesis pampeana en 2008, en medio del escándalo por la investigación judicial del instituto Servi Trinitatis, una orden religiosa acusada de maltrato, trata de personas, reducción a la servidumbre y comportamiento "sectario".

Vivió otro momento de tensión en agosto de 2012, cuando el sacerdote Jorge Hidalgo saludó por Facebook al dictador Jorge Rafael Videla con motivo de su cumpleaños. Él lo reprendió duramente. Ahora le toca poner a prueba su perfil político con un desafío de alcance nacional y vinculación directa con el Vaticano.

Primeras posturas

El sucesor de Bergoglio habló ayer en La Pampa

  • MARIO POLI
    Futuro Arzobispo de Bs. As.
  • "Falta diálogo entre los argentinos; falta diálogo en serio"
  • "La relación con el Gobierno será de respeto y colaboración, pero con la debida distancia y diferencia. Somos cosas distintas"
  • "La cercanía con la gente también nos hace pensar y podemos decir cosas"
  • "[La denuncia contra Bergoglio] es un despecho continuo; hay gente que no acepta la virtud de la Justicia, porque el actual papa tuvo que comparecer en un juicio y fue exonerado"

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Del editor: cómo sigue.
Poli avisó desde el primer día que la Iglesia (¿y Bergoglio?) espera del Gobierno algo más que la estrategia propagandística de "apropiarse" del Papa.

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