En los diez días próximos en que el país deberá negociar contrareloj con los fondos buitres para no caer en default técnico, los apoyos a la Argentina y las críticas al fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre el litigio del país con los holdouts se multiplican: el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró que la decisión de la Corte “dará probablemente a los acreedores, mayor ventaja y hará al proceso de reestructuración de deuda más complicado”. En este sentido, el diario The New York Times dijo ayer en un artículo que el fallo “deja los inversores en una posición de ventaja y perjudica futuras reestructuraciones de deuda de otros países.
Las repercusiones sobre el fallo volvieron a agitar al mercado financiero luego que el gobierno nacional publicara el sábado una solicitada en el diario estadounidense Wall Street Journal, donde explica su posición frente al planteo de los fondos buitre luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos decidiera no tomar el caso. El título de la solicitada que lleva la firma de la Presidencia señala que “Argentina wants to continue paying its debts buy they they won`t let it” (Argentina quiere continuar pagando sus deudas pero no lo dejan). La solicitada recuerda que “este fallo busca poner en una situación delicada a la Argentina, pero también a cualquier otro país que intente reestructurar su deuda en un futuro”.
Por su parte, el NY Times señala en su nota que “”la Corte Suprema de los Estados Unidos, ignorando las súplicas de gobiernos de numerosos países, entre ellos Estados Unidos, cambió completamente al mundo de la reestructuración de la deuda soberana y al hacerlo daño el estatus de Nueva York como la capital financiera mundial. Hizo mucho más improbable que los países en problemas puedan reestructurar sus deudas. E incrementó el poder de los inversores -sobre todo pero no sólo de los `hedge funds`- para evitar reestructuraciones necesarias”.
En tanto, el FMI señaló el viernes en el documento “Marco de financiamiento del Fondo y deuda soberana–consideraciones preliminares”, que “al permitir a los holdouts interrumpir el flujo de pagos a los acreedores que participaron de las reestructuraciones, las decisiones desalentarán probablemente a los acreedores, de participar en una reestructuración voluntaria”.