El Fondo Monetario Internacional (FMI) se declaró el miércoles insatisfecho con la calidad de la información estadística aportada por Argentina y extendió en un año el plazo para que el país supere las "imprecisiones" de sus datos oficiales.
En una nota oficial, el FMI informó de que "Argentina aún no cumple totalmente con su obligación (...) respecto del suministro preciso de datos" sobre inflación y PIB y decidió "dar más tiempo para remediar las imprecisiones" en la información ofrecida a la entidad crediticia.
El directorio ejecutivo del FMI discutió el miércoles un informe de la directora gerente, Christine Lagarde, sobre la implementación de nuevos criterios estadísticos acordados con Argentina en 2013.
De acuerdo con el FMI, "algunas medidas específicas requeridas para fines de febrero de 2015 aún no habían sido implementadas por completo" por las autoridades argentinas.
Con la extensión del plazo en un año, Lagarde "informará al Directorio Ejecutivo sobre el estado de implementación de las medidas específicas por parte de Argentina a más tardar el 15 de julio de 2016".
Alejandro Werner, economista jefe del FMI para el Hemisferio Occidental, apuntó que "hemos estado trabajando bastante bien con el gobierno argentino en los últimos 15 meses", pero destacó que la entidad aún consideraba que los datos oficiales debían ser mejorados. Se trata, dijo Werner, de "cambios metodológicos", aunque no ofreció detalles de las dificultades que el FMI sigue encontrando en los datos suministrados por Argentina.
En un contacto con la prensa, Werner admitió que, en su visión, el plazo inicial de un año que había sido concedido a Argentina para mejorar la calidad de sus datos oficiales era "ambicioso".
La posibilidad de que el FMI acordase una extensión del plazo otorgado a Argentina había sido sugerida por el ministro de Economía, Axel Kicillof, durante la reunión anual de la entidad, en abril. En esa oportunidad, el ministro argentino había dicho que su país y el FMI tenían una agenda de trabajo que se extendía más allá de mayo, y "si el FMI sigue trabajando con nosotros, tendrá que extender su paraguas. Tenemos una agenda de trabajo de mejora de un índice que es para años". "No vamos a patear esa mesa y vamos a trabajar juntos. Es necesario reforzar que se trata de un trabajo conjunto y que ya ha habido mejoras", había asegurado Kicillof en aquella esa oportunidad.
El FMI aprobó en 2013 una moción de censura a los datos oficiales suministrados por Argentina, ante la enorme diferencia entre los indicadores gubernamentales y las estadísticas de entidades independientes. A partir de ese momento, el gobierno argentino y la entidad financiera iniciaron un proceso de reformulación de los criterios metodológicos.
En su último Panorama Económico Mundial, el FMI prevé que este año la economía argentina cerrará con un retroceso del 0,3%, para repuntar levemente al 0,1% del PIB en 2016.