El día que la Selección Argentina debió jugar un amistoso ante …

El 24 de marzo de 1976, la Selección venció 2-1 a Polonia en Chorzow. Ese día, la Junta Militar sólo permitió que la TV transmitiera sus comunicados... y aquel partido de fútbol.

Hace exactamente 38 años. la historia de la Selección Argentina de fútbol iba a quedar marcada a fuego para siempre. Ese día los dirigidos por César Luis Menotti debían jugar un amistoso en Polonia contra el combinado local. Pero horas antes del partido, llegó a los oídos de los jugadores la nefasta noticia de lo que estaba sucediendo en Argentina.

Aquel 24 de marzo de 1976, la Albiceleste se encontraba de gira por la “Europa roja”, en la que habían debutado cuatro días antes ganándole 1-0 a la Unión Soviética en Kyiv. El autor del único tanto del encuentro había sido Mario Alberto Kempes, quien dos años más tarde sería el goleador del Mundial de 1978. Aquel partido se jugó bajo la nieve y la figura fue Hugo Gatti, vestido con pantalón largo y abrigado con un gorro.

El itinerario de la gira marcaba al estadio Siaski donde enfrentarían a Polonia, en un partido importante, ya que el rival llegaba de lograr el máximo hito en la historia de su fútbol finalizando tercero en el Mundial de 1974.

En la ciudad de Chorzow, un poblado industrial de 150 mil personas al sur del país, en las cercanías de Katowice, lugar de nacimiento  del fallecido Papa Juan Pablo II, a 600 kilómetros de Varsovia y a 13mil de Buenos Aires, los dirigidos por el Flaco Menotti bajaron de sus habitaciones al buffet del hotel donde concentraban para comer. Allí se enteraron de que en su país se había producido un golpe de Estado, encabezado por Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Ramón Agosti, y que una Junta Militar había derrocado al gobierno de María Estela Martínez de Perón.

“Muñoz nos dijo: ‘Bueno muchachos, estamos felices, pero nosotros estamos comunicados con nuestro país, donde ha sucedido algo. Ha habido un golpe militar y han derrocado a nuestra presidenta”, recordó un joven integrante de aquel plantel, nada más y nada menos que Ricardo Bochini, ya figura de Independiente y quien sería marginado luego del plantel que ganó el título en Argentina.

Pese a todo lo que sucedió aquel fatídico día para la historia Argentina, los militares decidieron desviar la atención con pan y circo. Había que distraer a la gente y el fútbol para ese fin era ideal, por la pasión y el amor que siente el argentino ante este deporte. Uno de los voceros oficiales fue el relator radial más importante de esos días, José María Muñoz, a quien Bochini citó en su relato. El “Gordo” era quien le pasaba información de lo que acontecía en la Argentina al equipo en su gira por el bloque comunista europeo con su transmisión desde Radio Rivadavia. Fue el primero en tener conocimiento del golpe y se lo informó al presidente de la delegación y Secretario General de la AFA en aquella época, Pedro Orgambide: “Por suerte no hay que lamentar desgracias personales o derramamiento de sangre”, comentó Muñoz.

Cuando los jugadores se enteraron de lo sucedido, estallaron de bronca. El Matador Kempes se levantó de su silla y se fue llorando a su habitación: “Detrás de él nos fuimos varios y nos encerramos. Estábamos angustiados. Nos sentíamos mal por estar tan lejos de nuestro país y que estuviera pasando eso. Saltaron varias cosas en esa habitación. ‘La puta madre, qué tenemos que hacer acá’, gritábamos cosas así, de los nervios. Y otros estaban recontra callados pero con una cara de tristeza terrible. El que estaba más amargado era Marito”, recordó Leopoldo Luque, uno de los ídolos en el Mundial argentino.

Por su parte, el Bocha dio otra versión de los hechos: “Se dijo muchas veces que se había dudado en no jugar ese partido o en suspender la gira, pero no es así. Todos estábamos allá y teníamos muchas ganas de jugar. Como todas las informaciones que nos daban aseguraban que no había problemas, la verdad es que todos estábamos muy tranquilos.”

Lo cierto es que la mayoría de los integrantes de aquel plantel coinciden en que no querían jugar los partidos pactados, que lo único que les importaba estaba en Argentina y querían regresar lo antes posible a su tierra.

“La noticia del golpe nos tomó por sorpresa. Estábamos concentrados y enterarse de eso fue algo muy fuerte. Allá no nos decían todo lo que queríamos saber. No sabíamos exactamente lo que estaba sucediendo. Uno siempre estaba pendiente de que a la familia no le pasara nada. El único contacto que yo tenía era telefónico, pero el deseo de todos era regresar lo más rápido posible para estar con los suyos. A medida que pasaban los días, el deseo era terminar cuanto antes la gira para estar rápido en el país”, contó hace uno años en una entrevista con Página 12, el capitán de aquella época, Jorge Carrascosa.

Mientras en Polonia reinaba la angustia, la bronca y el desconcierto, en Argentina la Junta Militar comenzó por tomar los canales e interrumpir toda la programación de radio y televisión. Lo única voz que se oía era la del locutor oficial repitiendo por Cadena Nacional los comunicados de la Junta Militar que, entre otras cosas, anunciaban la disolución del Congreso, la destitución de gobernadores y jueces de la Corte Suprema y la implementación del estado de sitio.

Todo lo que se escuchaban eran prohibiciones y quita de libertades para los ciudadanos, pero el comunicado número 23 fue distinto:”Se ha exceptuado la propagación programada para el día de la fecha del partido de fútbol que sostendrán las selecciones de Argentina y Polonia”. Estaba decidido. Nadie iba a poder hacer nada contra los militares, pero estos, como “buenos padres”, les iban a permitir ver el partido.

Canal 7 televisó el encuentro y el relato estuvo a cargo de Fernando Niembro, el mismo periodista que en 1990, como vocero de Carlos Menem, anunciara los indultos a los militares. El partido fue emitido en cadena nacional a las 13.30 y terminó 2 a 1, con goles de Luque y Houseman. Hugo Orlando Gatti fue la figura. El resultado, aunque parezca raro para una web de fútbol, es anecdótico, porque mientras los jugadores albicelestes triunfaban a 13 mil kilómetros, el país sufría el peor día de su historia.

Pero sí vale la pena recordar una frase memorable que pronunció César Luis Menotti, tal vez sin ser consciente de la importancia, una vez finalizado el encuentro en Chorzow: “El 24 de marzo tiene que ser un día inolvidable para nosotros”.

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