El vicepresidente del Concejo Deliberante, Néstor Müller, consideró que “como estamos en un todo de acuerdo con eliminar cualquier forma de discriminación, lo que habría que definir del proyecto presentado es la cuestión referente al turismo”.
El proyecto de la agrupación LBTI Sierras de la Igualdad menciona puntualmente ese aspecto cuando refiere que “Argentina es un país que se ha posicionado como un destino elegido por una gran cantidad de visitantes gays de todo el mundo y Buenos Aires, en particular, se ha consolidado como la capital gay friendly de Latinoamérica. Según datos proporcionados por el presidente de la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina, de los cinco millones de turistas que llegan cada año a la Argentina unos 900 mil son gays y lesbianas, pero solo un 35 por ciento se desplaza al interior del país”.
Los activistas por los derechos de la minoría LGBTI explicaron en su proyecto que “ese porcentaje podría llegar al 70 por ciento, lo cual redundaría en grandes beneficios económicos y Tandil, ya consolidado como destino turístico, podría ampliar su horizonte positivamente”.
Una opinión
Ante la posibilidad de sancionar una ordenanza que contemple cuestiones relativas al sector turístico, Müller consideró “necesario que el Instituto Mixto de Turismo tenga conocimiento del proyecto, lo estudie y le dé a este cuerpo legislativo su opinión”.
El concejal entendió que la valoración que haga del proyecto el Instituto Mixto de Turismo tendrá un peso específico importante porque “en esa instancia de diálogo conformada por representantes de los prestadores de servicios turísticos y el Estado municipal se definen muchas políticas de ese sector productivo”.
“Ciudad libre de discriminación”
La cuestión sobre discriminación del colectivo LGBTI está salvada en lo formal por la ordenanza 11.829, sancionada por el Concejo Deliberante el 22 de abril de 2010. La norma municipal instituyó el programa “Ciudad libre de discriminación”, en la misma línea de lo actuado por otras ciudades a través de convenios con el INADI.
La ordenanza impulsa los principios que reconozcan y garanticen el derecho a ser diferente, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la exclusión, restricción o menoscabo por razones o con pretexto de raza, etnia, género y orientación sexual, entre muchas otras circunstancias o características.
La norma prescribe “generar instancias institucionales de promoción de derechos para favorecer la integración y progresiva eliminación de todas las formas de discriminación”, además de “planificar, implementar y controlar políticas locales tendientes a combatir todas las formas de discriminación”.
La propuesta
A mediados de noviembre, en representación de la comunidad LGBTI, Lucas Lanzini presentó el proyecto a través de la Banca XXI en el cual propuso que se declare a Tandil como ciudad “gay friendly”.
En cuanto a los alcances de la ordenanza detalló que implica “lugares, políticas, personas e instituciones que buscan activamente ser amigables hacia las personas LGBTI en todas las esferas de la actividad social”.
“La denominación gay friendly en Tandil implica un ambiente saludable para las personas LGBTI, que la mayor parte de las veces se ven discriminadas por su condición sexual”, señaló.
Y expresó que “las personas que decidimos asumir quiénes somos en Tandil nos encontramos con una muralla gigante”. Por eso consideró que esta denominación ubicaría a la ciudad como “pionera” en el país.
“Quiero que el Tandil en el que me crié cambie, que la piedra tenga otro color. Quiero ir por la calle y que la gente me salude por mi nombre, por todo esto presento este proyecto de ordenanza”, sostuvo.
Otras medidas de esta denominación implican la identificación de todos los espacios de acceso público de la dependencia municipal con un logo donde conste la denominación gay friendly y la elaboración de una guía turística social y cultural inclusiva que se llamará “guía amigable hacia la diversidad sexual”.
Un tema “controvertido”
El edil del PRO y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante, Claudio Ersinger, fue el primero en abrir el debate en torno al tema tras la presentación desde la banca ciudadana.
El concejal electo por el Frente Renovador confesó en ese momento que “todavía no tengo muy claro qué beneficios va a traer a la ciudad”, calificó el tema como “controvertido” y dijo que es necesario “discutirlo, analizarlo”.