La Avenida del Libertador se tiñó de celeste y blanco.
Como ya es costumbre, cada vez que juega, gana y avanza la selección en el mundial de Brasil 2014, gran cantidad de gente se reúne para celebrar en familia. La Avenida del Libertador se tiñó de celeste y blanco. Hubo cantitos, gorras, vinchas, bandera, bombos y una caravana interminable celebrando la llegada a semifinales.
Por 5ta vez en su historia, la argentina llegó a la semifinal de una Copa del Mundo. Y siempre que estuvo en esa instancia, pasó a la final. En 1930 y en 1990 perdió la final, mientras que en 1978 y 1986 se consagró campeón. Hoy, de la mano de Messi y un gran nivel de todos los jugadores, la hinchada está más ilusionada que nunca y eso quedó demostrado con la gran cantidad de gente que sigue y alienta al equipo en todo el país. Calafate no fue la excepción.
LU23