El Banco Mundial advirtió ayer que las políticas intervencionistas, el creciente desequilibrio fiscal y la debilidad de la confianza de los inversores y de los consumidores afectará el crecimiento económico de la Argentina.
En un informe sobre las perspectivas económicas globales 2013, difundido en Washington, la entidad multilateral estimó que el PBI argentino habría crecido 2% en 2012 y que crecerá 3,4% este año. Además, afirmó que es uno de los dos países de la región con mayor inflación, con Venezuela, por "políticas expansivas".
Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reportó hasta ahora un crecimiento para 2012 del 2%, el presupuesto nacional indicó que para 2013 el Gobierno prevé un 4,4%.
La previsión de 3,4% del banco presidido por Jim Yong Kim es mayor que el 3,1% del Fondo Monetario Internacional, pero más baja que el 3,5% indicado por la Cepal.
La tabla también exhibe una tendencia descendente en la cuenta corriente: 1,1% del PBI en 2012; 0,3% en 2013 y -0,1% el año próximo.
El informe de 178 páginas comienza con la advertencia de que "la economía mundial continúa luchando después de cuatro años de crisis financiera". Y aclaró que "los países en desarrollo todavía son los principales motores del crecimiento económico, pero su resultado se desaceleró en comparación con el período precrisis".
Para recuperar aquellas sólidas tasas, la entidad sugirió "enfatizar la productividad interna".
Continua debilidad
Pero en el caso de la Argentina los cuestionamientos fueron duros y detallados:
- "La continua debilidad en el sentimiento del consumidor y de los negocios y la incertidumbre política frenarán el crecimiento".
- "La performance económica de la Argentina parece que será afectada por las políticas intervencionistas, un ambiente de negocios y el sentimiento de los consumidores débiles, así como por crecientes desequilibrios".
- "Los cambios en la carta orgánica del Banco Central de marzo de 2012 incrementaron el límite de los préstamos al Tesoro, aumentando la capacidad de monetizar el déficit fiscal con más emisión".
- "El deterioro en las cuentas fiscales y externas del país está limitando la capacidad de la Argentina para responder a shocks domésticos o globales".
Como contrapartida, ayudarán a la recuperación "la expectativa de una cosecha récord y el alto precio de las materias primas, junto con una recuperación de la demanda de Brasil". En el caso de la producción industrial, afirmó que la recuperación será lenta.
En este sentido, el BM destacó que el país pasó de un crecimiento de 8,9% en 2011 a uno de 2% en 2012, ubicándose así entre las mayores desaceleraciones registradas en la región, junto con la de Brasil.
Claro está, con una diferencia importante: "El crecimiento de América latina bajó de 4,3% en 2011 a 3% en 2012, básicamente por un ambiente global más débil, pero también por una caída en la demanda doméstica en algunas de las economías más grandes de la región, como Brasil, o por factores específicamente del país, como en la Argentina", detalló.
Al respecto, se recordó que la tasa de riesgo país subió 2400 puntos básicos en octubre último tras el fallo que condenó al Gobierno a pagarle a un grupo de bonistas que siguen en default en Nueva York, por unos US$ 1330 millones, pero que luego se redujo cuando la ejecución de la sentencia quedó en suspenso.
En relación con este incremento del riesgo, el informe indicó que en todos los países en desarrollo bajó el costo de los seguros contra defaults (CDS, en inglés), salvo el "notable caso de la Argentina", ubicado al tope del mundo.
Junto con El Salvador y Belice, fue de los únicos países de América latina que sufrieron una baja en sus notas soberanas por parte de las polémicas calificadoras de riesgo.
El informe dedica apenas una frase, pero contundente, para la suba de los precios de la Argentina. "La inflación permanece alta en Venezuela y la Argentina, reflejando sus políticas expansivas", detalló.
Al igual que el FMI, el BM también expresó sus dudas sobre la credibilidad de las estadísticas del Indec. Además, por la falta de cumplimiento del Gobierno de fallos en el Ciadi y de la deuda impaga en el Club de París, se ha postergado sin fecha el otorgamiento de nuevos créditos por parte del BM, que estaba prevista originalmente para fines del año pasado..