ENTREVISTA REALIZADA AL PRESIDENTE ARGENTINO EN ENERO DE 2002
* La economía nacional se encuentra paralizada
* Polarizar la moneda no arriesgaría la soberanía
* Urge que el país se reinserte en el mundo
* Hay temor de nuevos derramamientos de sangre
Por Mario Vázquez Raña
Segunda de Tres Partes
MÉXICO, DF. 14 de enero de 2002. (OEM-Informex).- Como mencioné en la primera parte de esta entrevista, la suerte es muy necesaria para poder llevar a cabo un diálogo con un gran líder de la política de nuestro continente.
Tuve el honor de invitar y recibir en mi casa en un ambiente familiar a Don Carlos Saúl Ménem, acompañado de su distinguida esposa, Doña Cecilia Bolocco, quienes decidieron disfrutar en nuestro país de su pospuesta luna de miel; considero un gran diálogo el que tuvimos la oportunidad de sostener como buenos amigos que somos.
Don Carlos Saúl Ménem, hace 12 años usted tomó un país en llamas y entregó un gran país. ¿Qué hizo para lograrlo y qué piensa que se debe hacer para rescatarlo de la crisis por la que atraviesa
actualmente?
Mario, la primera parte sobre lo que hice es fácil y prácticamente la he respondido con el tema de la pacificación y de la reforma, la transformación del Estado, pero, además, heredamos una deuda infernal, deuda interna y deuda externa.
Lo que hicimos fue consolidar la deuda interna porque no sabíamos lo que se debía, se hablaba de 7 mil, 8 mil millones, y resultó que debíamos cerca de 18 mil millones de dólares, de los cuales, cerca de 11 mil millones se le debían a los jubilados.
Lo que hizo el Presidente anterior a mí es prorrogar el pago a los jubilados y nos tuvimos que hacer cargo nosotros; consolidamos esa deuda interna, lo que le debíamos a los jubilados, pensionados y a los proveedores y contratistas del Estado; emitimos bonos y después ingresamos en lo que hace a la deuda externa al Plan Brady.
Mario, al poco tiempo, al año, a los dos años, estábamos en condiciones -de haberse dado las mismas propuestas en el Mercosur- de ingresar con una moneda común como lo hicieron los países europeos.
Cumplíamos con creces el requisito de Maastricht, cosa impensable para Argentina en aquella época, y ahora se plantea de nuevo esta situación; Argentina no tan solo está en una situación dramática, sino que está paralizada.
Mario, te voy a enviar un libro que se llama "El Camino a la Victoria", donde están todas las conferencias que yo di, los escritos, las columnas en los medios nacionales e internacionales desde el 10 de diciembre de 1999 hasta la fecha.
Uno de mis primeros artículos lo escribí en el Diario Clarín el 19 de enero del año 2000 -al poco tiempo de dejar la Presidencia- y ya anticipaba lo que iba a ocurrir en Argentina, que es lo que está sucediendo, y el título del artículo era un pensamiento de Perón: "El que no tenga cabeza para prever, que tenga espaldas para aguantar", y ya describía esto.
Sabía hacia dónde íbamos porque el motivo de esta alianza política -ya te lo dije anteriormente- era para desplazarme, además con un plan de Gobierno imposible de cumplir.
Le mintieron a la gente, y a los seis meses ya estaba renunciando el vicepresidente de la nación, dio un portazo y se fue -que fue el principal responsable de la alianza-, porque también se dio cuenta de hacia dónde iban, y que no iban a poder cumplir ninguna de las promesas que hicieron; inclusive la famosa promesa de la venta del avión, que era de lujo... ahí lo están utilizando -entre otras cosas-, perdonando la expresión: "las pavadas" que prometieron.
Es imperdonable que en un país como Argentina el Presidente no tenga un avión si quiere reconectarse con el mundo, porque ahora los dos grandes logros que conseguimos nosotros, la estabilidad económica y la reinserción de Argentina en el mundo, están destruidas.
La estabilidad económica está destruida y hemos quedado aislados del mundo por lo que te he expresado en este reportaje; hace tres años fui a Estados Unidos, junto con el que era ministro de Economía, Roque Fernández, y el mejor Presidente que tuvo el Banco Central, Pedro Po, y algunos de mis asesores a hablar con la Reserva Federal de Nueva York sobre la posibilidad de que Argentina, en un acuerdo monetario con Estados Unidos, adoptara el dólar como moneda única.
Te reitero que era una actitud que tendía a que Argentina se estabilizara definitivamente, porque íbamos a mantener estable el riesgo-país, porque íbamos a tener un signo monetario fuerte y porque nos íbamos a incorporar a la economía de Estados Unidos.
Esto lo empecé a repetir durante estos últimos años y ahora, hace pocos días, cuando me preguntaron de nuevo cuál iba a ser la solución, entre otras cosas, dije: "en primer lugar, el orden".
En el hogar si no hay orden, no funciona, un orden dentro del marco constitucional; en segundo lugar, la dolarización de la economía argentina, pues dolarizada ésta 80 por ciento de nuestra economía, pero hacer circular el dólar como moneda única, y en tercer lugar, la reinserción nuevamente de Argentina en el mundo.
Éstas son las soluciones que por ahora estoy vislumbrando para nuestro país, Mario, si a un argentino le pones sobre una mesa un peso, uno de los tantos bonos que andan circulando y un dólar, y le preguntas qué elige, inmediatamente elige el dólar, y eso no es pérdida de soberanía, esos son los patrioteros, los que hablan de pérdida de soberanía.
En Europa, ¿acaso tú consideras que alguno de los países que ingresaron a la moneda común, al euro, ha perdido su soberanía?, han renunciado a su moneda y circula el euro y ninguno, ni España, ni Francia, ni Alemania han dejado de ser soberanos, todo lo contrario, han reafirmado la soberanía porque hace el bienestar de la comunidad europea.
Señor, ¿qué cree usted que motivó la caída del presidente Fernando de le Rúa?
La falta de liderazgo; Mario, en un hogar cuando una de las partes de la relación no lidera, el hogar se cae; en un país, cuando no hay liderazgo no hay gobernabilidad, y entonces hay caos, que es lo que ocurrió con el Gobierno de la exalianza -porque ya no existe.
No supo gobernar, Mario, no hubo liderazgo; si alguien llega a la Presidencia de la nación y no sabe gobernar, se cae.
Es decir, que supo ser candidato, pero no supo ser Presidente...
Claro, y supo ser candidato por una razón muy simple, por una campaña de difamación, de calumnias y de injurias producto de haber contratado a gente de Estados Unidos, uno muy conocido -que también le hizo la campaña a Clinton-: Dick Murray, quien usó todas las mañas... pero no tan solo eso, sino que ganó la elección y siguió tratando de destruir todo lo que se construyó durante más de diez años y terminó hablando de la herencia recibida y se fue sin pena ni gloria, lamentablemente dejando en banda al país.
Don Carlos, ¿por qué razón el expresidente De la Rúa lo responsabilizó de haber hipotecado al país?
Mario, ese fue producto de la campaña, y que el modelo no correspondía para la República Argentina; bueno, trataron de cambiar el modelo como le está haciendo Duhalde y el modelo que implementaron es la destrucción de lo que se había construido.
Mario, éste es el único presidente del mundo, tu amigo Carlos Ménem, el que fue invitado por el Fondo Monetario Internacional en 1998 a la Asamblea del Fondo en Washington, a disertar sobre la Argentina que recibí y sobre la Argentina que estaba dejando.
En esa ocasión estuvo presente Clinton, porque siempre que el FMI hace asamblea en su país va el presidente de Estados Unidos, y cuando el plenario o la asamblea se hace en otro país, diserta el presidente de ese país; esa es la primera vez en la historia que un presidente de Latinoamérica va a hablar en la asamblea del FMI, en presencia del Presidente de Estados Unidos.
¿Cuáles eran los principales indicadores financieros cuando asumió el Gobierno y cuando dejó la Presidencia?
Cuando asumí la conducción de Argentina había 60 millones de dólares en reserva, y la deuda, que no se mide por cantidad, sino por porcentaje, Mario, era de 90 por ciento o un poco más del PIB, y había un déficit del circulante de casi 6 puntos cuando yo llegué al Gobierno.
Cuando me fui, las reservas estaban en 33 mil, 34 mil millones de dólares en el Banco Central, y el porcentaje de la deuda externa era de 40 por ciento del PIB, por eso te decía que estábamos en condiciones de ingresar -teniendo en cuenta las normativas de Maastricht, por supuesto imaginativamente, virtualmente- a la moneda común europea.
¿Qué papel jugó en esta crisis Domingo Cavallo, el ministro de Economía, que tenía grandes facultades y que tuvo también el mismo cargo en su Gobierno?
Bueno, Mario, Domingo Cavallo durante mi gestión tuvo que ajustar su obrar a la conducción del país por parte del presidente de la nación, porque había un liderazgo y había gobernabilidad.
Cuando Domingo Cavallo tuvo algunas desviaciones en su forma de obrar y de comportarse, inmediatamente lo expulsé del Gobierno; sobre el papel que jugó con De La Rúa, los resultados están a la vista, el otro día el mismo Cavallo salió a pedir disculpas por lo que se había equivocado.
El hecho de que en menos de un mes Argentina haya tenido cinco presidentes y que los argentinos hayan arreciado sus protestas y críticas hacia sus gobernantes, ¿qué opinión le merece?
Es el caos, porque en Argentina, lamentablemente -y yo espero que este Gobierno pueda sacar al país de este caos, de este pozo- estábamos en caída libre y seguimos en caída libre. Espero que podamos hacer pie y empezar a remontar, por eso nosotros, al día siguiente de que se hizo cargo del Gobierno el presidente Duhalde, sacamos un comunicado desde el partido dándole nuestro apoyo, pero no contábamos con que iba a tomar estas medidas totalmente contraproducentes e inoportunas para el futuro de Argentina.
Señor presidente Ménem, ¿cree que la actual situación pueda derivar en una revolución que derroque al Gobierno del presidente Duhalde?
¿Revolución en qué sentido?
Con la gente tomando las calles, pero ya no con cacerolas, sino con armas...
Eso ya sería una guerra civil, Mario; antes de que a mí me detuvieran me fue a visitar un gran político argentino del radicalismo, el doctor Armando Balbín, hermano del que fuera candidato a presidente varias veces, Ricardo Balbín, y ya teníamos severos problemas, estoy hablando de junio del año pasado, y ahí estaba Cecilia, mi actual esposa, y le preguntamos cómo veía la situación del país y me dijo "mire, Presidente, en Argentina no hay quién gobierne, tengo mucha experiencia, me hice al lado de mi hermano un gran político y ha escrito varios libros sobre política, y esto va a terminar en un derramamiento de sangre", esto fue hace siete u ocho meses atrás.
Ayer leía declaraciones del presidente Duhalde donde decía que el próximo escalón era el derramamiento de sangre, lo dijo ayer o antes de ayer; si el Presidente opina de esta forma, qué nos queda a nosotros que no tenemos la posibilidad de conducir ahora a Argentina.
¿Cree usted que el presidente Duhalde tenga la capacidad para salir de este problema?
El problema es dramático, el problema es sumamente difícil y espero que tenga por lo menos la propuesta y que la pueda llevar a cabo fuerte, firme, sólida, que nos saque de esta situación, pero hay que esperar.
Yo siempre pongo de ejemplo a Perón y él decía: "para saber de qué pierna cojea el rengo hay que verlo caminar", y este hombre lleva pocos días.
(Continuará)