Al menos 13.500 personas permanecían evacuadas ayer en distintas provincias del noreste de Argentina, donde las inundaciones causaron dos muertos y persiste el temor de que una nueva crecida del río Uruguay agrave el panorama, dijeron autoridades.
A los 10.000 evacuados en la provincia de Entre Ríos se sumaron otros 2.000 en Corrientes y 1.500 en Chaco, según reportes de cada distrito.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, viajarán el sábado a las provincias de Chaco y Corrientes para “recorrer las zonas inundadas y evaluar los daños”, indicó un comunicado del gobierno.
“Debemos estar preparados para cualquier urgencia”, dijo el ministro de Gobierno de Chaco, Juan José Bergia, ante el pronóstico de lluvias para los próximos días. En Corrientes, donde el jueves murió un adolescente electrocutado cuando verificaba los daños en su casa por un temporal, 2.000 personas fueron evacuadas.
En esa provincia que limita al este con Brasil, el alerta meteorológica cesó el viernes pero se esperan más lluvias para el fin de semana.
El obispo de la ciudad correntina de Goya, monseñor Adolfo Canecín, pidió a los feligreses orar para que cesen las inundaciones.
“Supliquemos a Dios para que baje el río”, exhortó al convocar al pueblo de Goya a una suerte de procesión con la imagen de la Virgen del Rosario desde la catedral hasta la costanera de esa ciudad de 90.000 habitantes.
En tanto, en Entre Ríos, una provincia lindante al sur con Corrientes, al menos unas 10.000 personas permanecen evacuadas por los desbordes de ríos.
En esa provincia agroindustrial, la más afectada es la ciudad de Concordia, de 170.000 habitantes, ubicada al norte de Entre Ríos, a la vera del río Uruguay, limítrofe con el país homónimo.
Un hombre de unos 40 años murió ahogado cuando se internó en una zona inundada con signos de ebriedad, dijeron fuentes policiales.
Las autoridades afirman que se produjo allí “la peor inundación en 50 años”.