Diego Maradona tuvo que adelantar su viaje a la Argentina dado que Don Diego, su padre, debió ser internado de urgencia con un coma inducido. Sufre de problemas respiratorios y cardíacos.
Cerca de las 21 horas pisó suelo argentino y se dirigió directamente al nosocomio. Luego salió y habló con la prensa. Pidió a los periodistas que no le realicen preguntas y agradeció la presencia.
"Yo tengo mucha confianza en Dios, mucha confianza en Francisquito", comenzó diciendo el astro del fútbol, y agregó, optimista: "Yo sé que mi viejo con la ayuda de Dios y de Francisco va a salir, y lo demás lo hablaremos otro día".
"Les pido a todos los argentinos que recen por mi viejo. El que me quiere y el que no me quiere, que rece igual porque está la vida de mi viejo pendiendo de un hilo", continuó.
"Quiero agradecer a los doctores que lo cuidan, que lo miman. Me voy, no contento porque a nadie le gusta tener al padre así, pero sí tranquilo. Yo a la Tota, su madre, fallecida en 2011 a los 81 años, le pedí que me espere para darle un beso y con mi viejo me dio la satisfacción de verlo bien, no lo pude hablar pero lo pude ver y besar", concluyó.