La Argentina siempre tiene éxito por excepción y no por regla. Así lo afirmó Diego Luzuriaga, director de la Escuela de Posgrado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), durante el panel "De la teoría a la práctica", que fue parte del evento "Negocios del futuro", organizado por LA NACIÓN y el ITBA en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).
Con la vista puesta en cómo serán los negocios del futuro, el académico advirtió que, si bien el país tiene muy "buenos y maravillosos" emprendedores, el sistema no termina de empujarlos. De esta forma, señaló que dentro del ecosistema emprendedor se considera a la Argentina como el país que mayor brecha tiene entre lo que podría ser y lo que es, dado que "sobra materia prima", en referencia a los talentos altamente preparados, pero aún falta la "creación de incentivos sistémicos que logren impulsar el potencial innovador".
A pesar de que en la Argentina aún hay "cables de madera" que no están preparados para "incentivar el consumo de energía eléctrica" (según la metáfora utilizada por Luzuriaga), ya se encuentran en el país casos de emprendedores que están demostrando que desde la tierra del tango también se pueden desarrollar los modelos de negocios que marcarán el rumbo de los próximos años.
En lo que se refiere a Internet de las cosas, el referente del ITBA mencionó el proyecto Syrmo -desarrollado por Wolox, firma que nació en los pasillos de la universidad-, que es una aplicación que permite registrar el desempeño de un skater a partir de un sensor de movimiento ubicado en la parte inferior de la tabla. "Parece de ciencia ficción. Los dispositivos diseñados por los propios chicos miden todos los movimientos y vueltas que hace el skater a través de bluetooth y después se comparten por redes sociales. El que mejor lo hace es el benchmark del resto, al ser referencia para que todos los demás lo sigan. Es un buen ejemplo de colaboración", se entusiasmó.
Por otro lado, destacó en el área de inteligencia artificial y big data el ejemplo nacional de Keepcon, que ofrece servicios integrales de moderación automática de contenidos digitales. "Moderan prácticamente todo lo que está en Argentina, como Amazon o MercadoLibre", describió. Otros temas que marcan la agenda del futuro en términos de negocios es la convergencia de los modelos de nanotecnología, biotecnología, la manipulación genética y demás avances que tienen que ver con la neurociencia.
Más allá de estas innovaciones, muchas de las cuales parecen de ciencia ficción y no dejan de sorprender, Luzuriaga observa una fuerte tendencia en lo que es inteligencia colectiva e inteligencia colaborativa. Esta última se materializa en plataformas en las que muchas personas colaboran al aportar, por ejemplo, información. Un caso es Waze, una aplicación que informa sobre el estado del tránsito al instante a partir de la información que los usuarios ofrecen.
Para el especialista, la co-creación es un modelo más evolucionado apalancado en la inteligencia colectiva que permitirá una mayor revolución en los negocios. "La probabilidad de que infinitas cabezas piensen mejor que pocas cabezas está al 100%, y esto ya se puede ver con InnoCentive, la plataforma en la cual las empresas presentan sus problemas de investigación para que la inteligencia de todo el mundo los resuelva", indicó.
Fuera de juego
Las empresas que no innoven, no importa de qué industria sean, pueden quedar fuera del mercado en muy poco tiempo, alertó Luzuriaga. "Hoy, es absolutamente vertiginosa tanto la aparición de cosas nuevas como la pérdida de posiciones estratégicas. Sin dudas, uno puede quedar fuera del mercado muy rápidamente. Esto es parte del vértigo del futuro que hoy ya está en vista", manifestó.
¿Cómo saber si una organización quedará fuera del juego? El ingeniero electrónico del ITBA tomó como referencia a los factores clave de éxito, que toda industria tiene y que van evolucionando más allá de las empresas, porque aparecen nuevos jugadores o tecnologías que cambian radicalmente el escenario. "Cuando la compañía se compara con esos factores clave de éxito se da cuenta cuán grande es su brecha y, dependiendo de eso, verá si está en condiciones de quedarse afuera del mercado a la brevedad o no", describió.
Si bien ser innovador es una gran virtud para los días que corren, pasarse de la raya puede no ser tan buena idea. "Si es demasiado innovador el producto, no sabemos si existe la demanda", advirtió, aunque reconoce que, muchas veces, es la propuesta de la misma oferta la que crea la demanda del consumidor.
Sin embargo, para evitar sorpresas negativas, la forma de planear los negocios también viene transformándose a partir de la nueva modalidad lean start up, que aborda el lanzamiento de negocios y productos desde un aprendizaje validado. "Así como el concepto de start up, que muestra que todo es más ágil, lo que se busca es que la empresa aprenda más rápido", agregó el también master en Management of Technology de la Sloan School of Management del MIT. Entonces los tradicionales planes de negocio que estudiaban intensamente cada paso son reemplazados por esta forma más práctica, que lanza un producto al mercado para ver si funciona o no. Así, el riesgo disminuye y se hace más ágil la dinámica del negocio.
Hoja de ruta
Un ingeniero sustentable
Luzuriaga es director de la Escuela de Posgrado del ITBA. Además, es cofundador y director de Equitas Ventures (un fondo de inversión de proyectos sustentables) y trabajó en Hermes Management Consulting como asesor de fondos de inversión. Es ingeniero electrónico del ITBA y tiene un master en Management of Technology de la Sloan School of Management del MIT.