El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, anunció el miércoles que se eliminaban los controles cambiarios vigentes desde 2011, lo que provocó que confluyeran los valores oficiales (9,7 pesos por dólar), y los del mercado paralelo, en donde la moneda estadounidense se cotizaba a 14,7 pesos.
Collante destacó que en estos cuatro años se crearon siete tipos de cambio distintos para la divisa estadounidense y que este jueves se pasó a uno solo.
"Para eso hubo una devaluación del tipo de cambio que estaba muy por debajo del mercado, a 9,70, y que hoy cerró cercano a los 14 pesos", señaló; "era esperable porque esa cifra es similar a la cotización paralela del dólar contado con liquidación", que se aplicaba a las operaciones bursátiles con bonos ejecutadas por agentes de Bolsa que compraban bonos en pesos, que después cambiaban a dólares.
"Era una manera de hacerse con dólares sin pasar por el mercado, más con las restricciones vigentes hasta ahora" indicó el representante de CeSur.La devaluación hará más competitivas las exportaciones, un sector que también mejorará sus ingresos porque el Gobierno terminó esta semana con casi todos los impuestos a las ventas externas de cereales y carne.
"El problema de Argentina era que se estaba quedando sin reservas (de divisas) y el saldo comercial era negativo", indicó Collante.
El objetivo es que se recupere el superávit comercial, que Argentina pase a ser más competitiva y amplíe sus exportaciones, observó.
Según la argumentación del nuevo Gobierno de Mauricio Macri, los controles cambiarios también perjudicaban las inversiones, porque las empresas que ingresaban dólares recibían un tipo de cambio muy bajo con respecto al mercado y su salida del país también estaba restringida."Nadie iba a ingresar dólares por esa vía porque luego ese dólar no podía salir", añadió el economista.
El flujo de dólares por vía comercial y financiera dará un respiro a la economía, por lo que en un tiempo relativamente breve debería empezar a crecer la actividad y a crearse empleo en el sector privado, según Collante.
Cae poder adquisitivo
En todo caso, la devaluación acarreará mayor inflación, que rondaba ya el 27 por ciento anual, según consultoras privadas.
"Habrá una alteración de los precios en los primeros tres meses, por lo que el Gobierno deberá hacer acuerdos y controlar los precios para que la devaluación impacte lo mínimo posible en las clases más vulnerables", adujo el economista.
Las anteriores devaluaciones en Argentina siempre entrañaron brotes inflacionarios, según el experto."Pasó en 2014, con la última devaluación que hizo Argentina, y en 2002, con el fin de la convertibilidad", el régimen cambiario fijo de un peso por dólar que rigió durante casi una década y terminó con una crisis económica y social sin precedentes.
Por ello será necesario concretar un acuerdo con empresarios y sindicatos para pautar el control de los precios, pactar los incrementos de salarios e ir disminuyendo la inflación, opinó Collante.