Computadoras, televisiones, cámaras fotográficas y hasta teléfonos y cafeteras desaparecieron de los despachos oficiales durante el traspaso de poderes en las distintas administraciones argentinas.
El nuevo presidente argentino no pudo usar el descapotable de la flota presidencial en que se acostumbraba viajar en las ceremonias de investidura porque no funcionaba. El vehículo que utilizó, según medios locales, también de la flota presidencial, acumulaba un buen número de multas de tráfico y una deuda por el pago de la matrícula.
Tras asumir la Presidencia, Mauricio Macri quiso darse una ducha en la Casa Rosada. Pero para su sorpresa, no había agua caliente.
Algunos de su colaboradores pidieron un café con leche en la Rosada, pero tampoco tuvieron suerte. No había leche y los encargados del servicio les comunicaron que no tenían autorización para reponerla.
Del despacho del exjefe de Gabinete desaparecieron las seis televisiones que Aníbal Fernández tenía siempre prendidas para ver las noticias. Cuando se las llevó alegó que eran suyas. En el despacho de Macri no se podía ver Todo Noticias, un canal detestado por la exmandataria.
Computadoras, cámaras de fotos, teléfonos celulares y hasta aparatos de teléfono fijos desaparecieron.
Además, hay superpoblación, según contó a La Nación uno de los recién llegados. "Se ven 16 personas en oficinas de tres por tres metros. Hay dos hipótesis: o trabajaron todo este tiempo hacinados, o son ñoquis que no venían y ahora quieren ver qué será de su futuro".
En su primera comparecencia pública, el nuevo director del Instituto Nacional de Estadísticas (Indec), Jorge Todesca, denunció, que había encontrado un paisaje de "tierra arrasada". Se refería tanto a la falta de equipos como al descontrol del organismo: "Hay mucha gente que no se sabe de quién depende y por qué cobra su sueldo". El caos es tal que no saben cómo se elaboran los índices y anunciaron que demorarán en hacerlos.
El gobernador de La Rioja, Alberto Paredes Urquiza, afirmó que heredó una situación financiera "crítica", con 160 pesos (unos US$ 18) en la caja, y adelantó una investigación sobre la desaparición de mobiliario y herramientas de trabajo en los despachos.
El nuevo gobernador de la provincia de Chubut, Mario Das Neves, denunció que los funcionarios anteriores se llevaron hasta una cafetera valuada en US$ 20.
"Vamos a mandar cartas documentos y en unos días daremos a conocer nombre y apellido a ver si les da un poco de vergüenza", amenazó Das Neves.
"No puedo entender que se vayan del gobierno los funcionarios y no devuelvan autos, que algunos los encontramos tirados, y los celulares que no están por ningún lado", insistió el gobernador.
En Pinamar, en la provincia de Buenos Aires, el nuevo intendente, Martín Yeza (Cambiemos), aseguró que se robaron las sillas en uno de los despachos, no hay internet en el ayuntamiento y el servicio de llamadas de larga distancia está cortado.
En la residencia presidencial de Olivos ocurre algo similar, con humedades en varias paredes. Las reformas ya comenzaron.
Fuente: Basado en EFE