Mar del Plata.- “Me interesa (Jorge Mario) Bergoglio como líder político, no religioso. No es una exageración compararlo con Gandhi o con Mandela”, afirmó Miguel Rodríguez Arias, director del documental sobre el papa “Francisco de Buenos Aires - La revolución de la igualdad”, que se presenta en el Festival de Cine de Mar del Plata.
El filme se proyecta en la sección “Ventana Documental: Cine político”, algo que tiene completa lógica para el director de la serie de TV “Las patas de la mentira”, que inauguró en los años 90 una nueva forma de hacer periodismo, basada en resaltar los “lapsus” discursivos de las principales figuras políticas de Argentina.
Arias contó que apenas fue nombrado el papa Francisco, se puso a investigarlo a través de su enorme archivo, que reúne 50.000 horas de televisión argentina grabadas desde 1983. Viendo esas imágenes, “descubrió” a Jorge Mario Bergoglio. “Es un material que no tiene nadie. Así que aquel archivo me motivó a hacer algo: contar la historia de un hombre totalmente distinto”, explicó.
Lejos de la fórmula de “Las patas de la mentira”, donde los poderosos quedaban expuestos en sus fallidos, Arias brinda en “Francisco de Buenos Aires” una mirada amable sobre las principales preocupaciones del primer Papa latinoamericano, remontándose a los tiempos en que era arzobispo de Buenos Aires y no imaginaba que terminaría ocupando el trono de San Pedro, como su lucha contra la trata de personas y los talleres textiles clandestinos, sus denuncias al capitalismo salvaje y la creación de una vicaría para las “villas” (barrios humildes) de Buenos Aires.
Tras su nombramiento como Sumo Pontífice, el filme se centra en los aspectos más conocidos del papa Francisco, como aquel célebre discurso que dio en el avión que lo llevó de regreso a Roma tras su visita a Brasil en el que planteó: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”, su intervención para detener la invasión de Siria o su visita a la isla de Lampedusa, donde se encuentran cientos de migrantes que ponen su vida en riesgo para llegar a Europa.
De la renuncia al trono de Pedro
“Él ya había pensado que a los 75 años Benedicto XVI le iba a aceptar la renuncia y se iba a ir a vivir a un hogar con otros curas viejitos en (el barrio de) Flores, tenía ya todo armado. Pero una vez en el Vaticano se dio cuenta de que tenía a mano un instrumento muy importante para difundir lo que quería lograr, ni más ni menos que la transformación de la Iglesia”, afirmó Arias.
Entre los numerosos testimonios con los que cuenta la película se encuentran el de la hermana de Francisco, María Elena Bergoglio, quien recuerda que los seminaristas solían llamarlo “Irma la dulce” por sus “guantes de seda y mano de hierro”; el de Gustavo Vera, titular de la Fundación La Alameda, que luchó junto a Bergoglio contra la trata y la esclavitud laboral; los periodistas Sergio Rubin y Elisabetta Piqué, autores de biografías sobre el Papa; y amigos del Sumo Pontífice como el rabino Daniel Goldman, el cardenal Jorge Mejía y Clelia Luro, viuda de Jerónimo Podestá, obispo católico argentino y quien fuera presidente de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados.
Detalles del documental
El filme, una coproducción entre Argentina e Italia, también aborda el rol de Bergoglio durante la última dictadura (1976-1983), cuestionado por algunos periodistas como Horacio Verbitsky, con varios testimonios, como el de Luro o el de la ex jueza y defensora del Pueblo Alicia Oliveira (ambas fallecidas durante el último año), quienes defienden a Bergoglio y hablan de sus esfuerzos por “salvar” a religiosos durante los años de plomo.
“Creo que Bergoglio actuó muy bien durante la dictadura. Con respecto a por qué no salió a criticarla en su momento, está explicado en la película: si lo hubiese hecho, hubiese sido un desaparecido más y no podría haber salvado a todas las personas que salvó”, opinó Arias.
En cuanto a los dichos del Papa sobre la homosexualidad cuando era arzobispo de Buenos Aires, cuando llegó a opinar que el matrimonio entre personas del mismo sexo era “la pretensión destructiva del plan de Dios”, aspectos que no son abordados en el documental, Arias dijo: “Como primado de Buenos Aires tenía el compromiso de decir ciertas cosas, pero creo que tiene la cabeza abierta. Aceptó, por ejemplo, a monseñor Podestá, que estaba casado con Clelia. La Iglesia es muy conservadora. Encontrarse con una persona como Bergoglio ya es un cambio”.