Se cree que Citigroup, Deutsche Bank, JP Morgan y HSBC, los cuatro bancos involucrados, no estarían dispuestos a absorber toda la deuda porque quieren que los acreedores conocidos como "holdouts" tengan motivos para seguir participando en la batalla legal en torno a sus bonos, según indicaron las fuentes a IFR, un servicio de información financiera de Thomson Reuters.