En el Vaticano dicen que el Papa no vendrá en diciembre
ROMA (De nuestra corresponsal).- "Cuenten conmigo, estoy a disposición", le dijo ayer el Papa a la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, a quien saludó al final de la audiencia general de los miércoles. Acompañada por la abuela Buscarita Roa y por el nieto reencontrado Juan Cabandié, legislador porteño del Frente para la Victoria, le entregó una carta en la que le pidió ayuda para encontrar a los 400 nietos que sigue buscando.
Muy emocionada y con un prendedor con la foto de su hija desaparecida, Laura, sobre su saco, Carlotto le estrechó fuertemente las manos al Papa, que se mostró sonriente y afectuoso y le dio un beso. Igual de cariñoso se mostró Francisco con Roa y Cabandié. A los tres les dedicó dos minutos de su tiempo.
En una conferencia de prensa en la residencia del embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, Carlotto confesó estar "embargada por la emoción". Sin embargo, confirmó las críticas que le había hecho al Papa. "La historia no se borra, él nunca habló de nuestros nietos y de los desaparecidos y había dolor en nosotras, las abuelas, simplemente porque no habló." Dijo que nunca le había estrechado las manos a Jorge Bergoglio en Buenos Aires porque "no se dio", pero "hoy recuperamos el tiempo".
El Papa, que se acercó a la zona privilegiada del sagrato , donde ella se encontraba en primera fila, la saludó diciéndole: "Hola señora, ¿se acuerda de que nos vimos en un acto en homenaje a Chiara Lubich [fundadora del Movimiento de los Focolares] en la Catedral?". Acto seguido, Carlotto le regaló al Papa el pañuelo símbolo de las Abuelas y le entregó una carta en la que le pide que interceda para encontrar a 400 nietos que siguen faltando, a través de la apertura de los archivos de la Iglesia en la Argentina y del mismo Vaticano. "Y él dijo: «Cuenten conmigo, estoy a disposición», y eso fue suficiente, porque lo que queremos es que nos ayude a encontrar a nuestros nietos", dijo.
Cabandié le contó al Papa que estaba leyendo con interés el libro sobre la reunión de Aparecida de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que le regaló el Pontífice a la Presidenta cuando se reunieron en el Vaticano, el 18 de marzo pasado. "Juan también le manifestó su preocupación por la agresión física que sufren hoy muchos jóvenes en la Argentina por razones políticas, y él [el Papa] asintió y dijo que era un problema", puntualizó Carlotto.
La presidenta de Abuelas destacó que "no hubo protocolo, sino simpatía y el diálogo con un cura de barrio". Y, emocionada, aseguró: "Nos costaba soltarle las manos... Si nos dijo que contáramos con él, nos vamos muy satisfechas"..