Cuando el alumno difiere del maestro

bilbao. La tasca Pan Manteca de Rosario, en la lejana Argentina, aguarda la llegada del invierno europeo para recibir, a uno de sus más fieles clientes: Gerardo Martino (Rosario, 1962). Viejas costumbres. Sus amigos, con quienes se reunía prácticamente a diario en el bar rosarino, le tienen una silla reservada. Quienes mejor le conocen dicen que resultaba fácil encontrarse allí con él, donde charlaba durante horas con sus amigos de la infancia. Siempre con el fútbol como argumento para iniciar cualquier conversación, el Tata, que se encuentra haciendo las Américas en Europa, regresará a su casa en apenas unas semanas, coincidiendo con el parón invernal y allí, en Rosario, en el Pan Manteca, a buen seguro que recibirá la visita de Marcelo Bielsa (Rosario, 1955), su maestro y mentor, ahora de retiro espiritual tras agotar su estancia de dos campañas en el Athletic, rival mañana del Barcelona que dirige Martino desde el pasado mes de julio.

Mucho se ha hablado de la relación entre ambos técnicos, a quienes une una gran amistad, pero también de las similitudes entre uno y otro en su concepción del fútbol y de la forma de entrenar. También comparten sangre roja y negra, los colores de Newell's Old Boys, el equipo que vio crecer a ambos, el club que les dio un nombre en el mundo del fútbol y con el que conquistaron dos Torneos Clausura (1991 y 1992), además del título de Primera División en 1991. El año pasado, el Tata cogió las riendas de su equipo del alma, a quien hizo campeón de nuevo.

Convertidos en los héroes de una hinchada fiel, a finales de 2009, coincidiendo con varias reformas en el estadio de los leprosos, como se conoce a Newell's en Argentina, se decidió renombrar el campo, llamado Marcelo A. Bielsa desde entonces y, además, la histórica grada oeste, la visera, recibió el nombre de Gerardo Daniel Tata Martino. Una relación que transfiere lo físico.

Tan grande fue el vínculo que unió a ambos desde que el fútbol les citó, que el Tata siempre ha lamentado que El Loco no apareciese antes en su carrera como futbolista, pues se muestra seguro de que esta hubiese sido mucho mejor. Y es que Marcelo cambió por completo la idea futbolística de Martino. Un referente en el campo, un centrocampista de toque, que apenas defendía y que hacía de su calidad técnica su principal arma. Con Bielsa cambió el chip, convirtiéndose en un futbolista de más nivel. Ello propició su salto a Europa a principios de 1991, concretamente al Tenerife, entonces en Primera División, con el que disputó un total de 15 partidos, debutando, precisamente ante el Barcelona en el Camp Nou. Casualidades de la vida.

fútbol de ataque Tanto Marcelo Bielsa como Gerardo Martino han hecho del fútbol ofensivo su estandarte, aunque con salvedades, pues durante su estancia en la selección paraguaya el Tata tuvo que confeccionar un bloque aguerrido y sacrificado en pos del cumplimiento de los objetivos marcados al equipo. Clasificó al combinado suramericano al Mundial de Sudáfrica de 2010, donde en cuartos de final fueron eliminados por España, que posteriormente se alzaría con el entorchado, pero a quien hicieron sudar sangre.

Y es que futbolísticamente hablando, se podría decir que en lo que más se asemejan ambos técnicos es en el gusto por el juego ofensivo obtenido a través del buen trato del balón, pues por lo demostrado hasta ahora en los 21 encuentros oficiales dirigidos por Martino en el Barça, son más las diferencias que los parecidos con respecto a Bielsa. "En el Barcelona no se ha visto la verdadera versión de los equipos de Martino, pues ha llegado deprisa y corriendo. En numerosas ocasiones se ha visto a los jugadores rifando el balón desde la defensa, algo que en su etapa en Newell's, que duró un año, no ocurrió", desvela una fuente consultada por este periódico que ha seguido los pasos del Tata desde hace muchos años.

La misma persona, que señala que Bielsa en más de una ocasión ha manifestado que le "gustaría ser como Martino", desvela que el ahora técnico del Barça no es tan extremista como su maestro: "La presión que realizan los equipos de Marcelo es extenuante. Él entiende que en la cancha se realizan once duelos individuales". Sin embargo, tal y como ha demostrado el Tata en este inicio de Liga, con un equipo donde el músculo queda en un segundo plano en favor de la técnica, la presión que sus jugadores ejercen sobre el equipo rival no es comparable, por ejemplo, a lo visto durante las dos campañas en las que Bielsa dirigió al Athletic.

un trato más cercano Las recientes palabras de Fernando Llorente en una entrevista, en las que aseguraba que Bielsa le "vaciaba mentalmente", compartidas también por una buena parte de la actual plantilla rojiblanca, demuestran claramente la exigencia del argentino. "El Tata es más cercano en todo lo que tiene que ver con el trato con la plantilla. Por supuesto que es exigente, pero no hasta ese punto", expone este conocedor del Tata. Buena prueba de ello son las numerosas rotaciones que realiza Gerardo Martino de un partido a otro, algo que en el Athletic de Marcelo Bielsa se antojaba prácticamente impensable.

La misma persona explica, además, que el trato de El loco con sus pupilos es "más distante, de mayor respeto" que el del Tata, más cercano. Luis Bonini es quien jugaba el papel de bueno, y en Lezama raro era el día en el que no bromeaba con algunos jugadores rojiblancos. "Bielsa muere con sus ideas, Martino es más dialogante. Cuando supo que Valdés iba a estar de baja durante unas cuantas semanas, se dirigió a Pinto por si este creía necesario cambiar algo del modelo defensivo. Eso con El loco se antoja imposible. Puede que también hablase con el segundo arquero, pero sería con la intención de convencerle de sus ideas, no para mostrarse predispuesto a un cambio".

Fuera del campo, el día a día de ambos está basado en la tranquilidad, pero también ahí se encuentran diferencias. Tanto el uno como el otro, conscientes del cargo que ostentan, tratan de pasar desapercibidos. Mientras Marcelo Bielsa hizo de un hotel su cuartel general, desde donde analizaba minuciosamente cada dato, cada estadística con el fin de tenerlo todo bajo control, el Tata Martino apenas ha tardado dos meses en encontrar acomodo en la parte alta del elitista barrio del Pedralbes. Allí reside junto a su mujer y su hija, aunque sin los lujos que se presumen de una persona de su nivel económico. Mientras termina de aclimatarse a la ciudad, el técnico guarda silencio, no concede entrevistas, como Bielsa. Hay costumbres que se heredan.

las claves

· Fecha y lugar de nacimiento. 20 de noviembre de 1962. Rosario, Argentina.

· Trayectoria como futbolista. Newell's Old Boys (1980-90; 1991-94 y 1995), Tenerife (1991), Lanús (1994-95), O'Higgins (1996) y Barcelona S. C. (1996).

· Títulos como jugador. Primera División argentina (1987-88 y 1990-91) y Torneo Clausura (1992).

· Trayectoria como técnico. Brown de Arrecifes (1998), Platense (1999), Instituto de Córdoba (200-01), Libertad (2002-03 y 2005-06), Cerro Porteño (2003-04), Colón de Santa Fe (2005), Selección de Paraguay (2006-2011), Newell's Old Boys (2012-13) y Barcelona (2013-?).

· Títulos como entrenador. Torneo Apertura paraguayo (2002, 2003, 2004 y 2006), Campeonato Absoluto paraguayo (2002, 2003, 2004 y 2006), Torneo Clausura paraguayo (2003 y 2004), Torneo Final argentino (2013) y Supercopa de España (2013).

La relación del Tata Martino con sus jugadores es mucho más cercana que la de Marcelo Bielsa

Ambos apuestan por un fútbol ofensivo y de toque, aunque el técnico culé continúa sin dejar su impronta

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